Cuatro años de cárcel para un empresario por contaminar el Llobregat
La Generalitat multó a la sociedad en 1996
La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de prisión al empresario José María Gimeno por contaminar un canal del área protegida del delta del Llobregat hasta convertirlo, según la sentencia, en una 'cloaca'. Gimeno, dueño de la empresa Proteínas y Grasas Gimeno, que convierte productos cárnicos en piensos animales, ha sido inhabilitado por tres años para el ejercicio de actividades industriales y, además, deberá pagar una multa de 3,6 millones de pesetas.
Los hechos se remontan a febrero de 1999, cuando, según la sentencia, el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat y un particular se quejaron de la contaminación de un canal pluvial que nace en Sant Boi, donde está situada la empresa, y va a parar a la reserva natural de la laguna del Remolar, en el delta del Llobregat.
El 9 de marzo de 1999 los Mossos d'Esquadra recogieron muestras de las aguas residuales de la industria y fueron testigos de que, a través de una canalización, la empresa del condenado 'vertía directa, intencionadamente y sin depuración adecuada' a la reserva natural, siempre en horario nocturno. Con el análisis de estas muestras se detectó en los vertidos la presencia de elevadas concentraciones de elementos contaminantes, como amonio y cloruros, así como aceites y grasas.
Según la sentencia, 'las aguas vertidas han incidido de forma grave en el deterioro de las condiciones de vida animal y vegetal del pluvial afectado', y la zona ha quedado convertida en una 'cloaca portadora de aguas oscuras con un fuerte mal olor'.
La empresa, que fue creada en 1993, fue sancionada por la Generalitat con una multa de un millón de pesetas por una infracción leve en enero de 1996, si bien después Medio Ambiente redujo la multa a 225.000 pesetas. Los jueces imponen una severa pena al empresario porque se causó un daño evidente al ecosistema.
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