Nuevo barrio

Me dirijo a ustedes para recordarles los impedimentos que estamos sufriendo por parte del Ayuntamiento de Madrid y la Gerencia Municipal de Urbanismo, organismos ambos que, lejos de satisfacer las necesidades y derechos de sus conciudadanos, nos alejan cada vez más del derecho fundamental de adquirir una vivienda digna.

La tardanza en la concesión de licencias de obras para los nuevos barrios hace que se retrasen las construcciones por un tiempo que sobrepasa la desesperación, y nos supone un desgaste económico que no podemos soportar y un encarecimiento de las viviendas que beneficia a los constructores, ya que algunos llevamos esperando más de cuatro añosy nos dijeron, en su momento, que se empezarían a dar viviendas a principios de 2000.

Claro está, que eso fue una promesa que hizo el excelentísimo alcalde de Madrid, que está más preocupado en recalificar (en tiempo récord) los terrenos del Real Madrid, a través de sus amigos Florentino Pérez y Fernández Tapias, que en proporcionar una vivienda a las 13.500 familias obreras en el sur de Madrid. Aunque baso esta carta en el nuevo barrio de Carabanchel, se puede hacer extensivo a los demás.

Soy consciente de que muchos medios de comunicación están más preocupados por proteger a los diferentes poderes políticos y/o económicos que por hacer verdadero periodismo, consistente en la tan nombrada y desprestigiada 'independencia periodística'. En fin, si hay algún medio que se haga eco de esta situación (que tiempo ya lo ha habido), espero que sea lo suficientemente objetivo para plantear el problema como realmente lo estamos sufriendo los que nos metimos (quizás en un gran error) en esta historia. También soy consciente de que cuantos más nos vayamos de los pisos que adquirimos hace tiempo, mejor para las constructoras, que los venderán a precios superiores.

Lo auténticamente peor de esta situación es que los organismos y los representantes públicos están en entredicho y se ha creado un halo alrededor de ellos de prevaricación y especulación que hace que tiemblen los cimientos de la democracia. Por favor, no llamen a esto demagogia.