Interés privado

El Parlamento italiano ha aprobado una ley que servirá para hacer más difíciles las comisiones rogatorias y para destruir las pruebas recogidas en los procesos gracias a la colaboración internacional entre magistrados, justo en un momento en el que todo el Occidente está estudiando una serie de medidas para potenciar la caza al terrorista internacional incluso mediante la identificación de las cuentas bancarias y las operaciones de blanqueo. La Italia política de Silvio Berlusconi se ha quedado fuera de juego, con una elección política que es a la vez arrogante y desesperada. Una elección que anula de hecho algunos procesos penales en los que están imputados algunos personajes del círculo más íntimo del Cavaliere, imprime un carácter de interés privado a toda la legislatura y daña gravemente la imagen internacional de Italia. (...) En un momento como éste, la derecha italiana ha comprometido al Parlamento en una ley que, aunque no tiene nada que ver con el terrorismo, encarna un sentimiento y una preocupación opuesta al espíritu civil que mueve en la actualidad a las democracias occidentales. (...) La trágica pero inevitable coincidencia entre el incidente internacional de Berlusconi con el mundo islámico y la ley sobre las rogatorias judiciales ha atraído la atención de la prensa internacional, de la comunidad financiera, de la Unión Europea, e incluso de la Administración norteamericana que sigue aplazando el viaje a la Casa Blanca del aliado italiano. (...) El examen ha empezado, y, por desgracia, los errores del Cavaliere los paga Italia.

Ezio Mauro. Roma, 4 de octubre