Profesores desesperados
El día 9 de abril de 2000, una orden de la Consejería de Educación abría la posibilidad para que profesores de enseñanza secundaria pudieran ejercer su actividad docente a tiempo completo en la Universidad, siempre y cuando cumplieran una serie de requisitos: ser ya profesor asociado de alguna universidad, tener el título de doctor, llevar más de diez años en la función pública, contar con el visto bueno del departamento de adscripción...
El 15 de marzo de 2001, el entonces director general de Universidades, don José García García, envió una comunicación a la vicerrectora de Ordenación Académica de la Universidade Complutense, doña Mercedes Doval, informándola de que las disponibilidades presupuestarias hacían posible que cuatro profesores de secundaria pasaran a realizar su trabajo a tiempo completo en la Universidad.
Aproximadamente, cincuenta profesores solicitaron una de las cuatro plazas. El 19 de abril se reunió la Comisión Académica de la Universidad Complutense y seleccionó a Benita Compostela (Sociología), Félix Rodríguez (Filología Inglesa), Antonio Sanz (Bellas Artes) y José Fonfría (Biológicas). Desde ese momento, la Universidad y la Dirección General de Universidades han estado negociando. Pero hoy, 3 de octubre, esos cuatro profesores tienen un horario a tiempo completo en la universidad y otro, también a tiempo completo, de sus institutos de enseñanza secundaria, y a esa Dirección General no ha llegado ninguna comunicación que permita nombrar a profesores que les sustituyan en el instituto. Pero en la universidad también les dan un horario a tiempo completo que cumplir.
¿Cómo la misma persona puede dar clase simultáneamente en dos sitios separados por varios kilómetros de distancia?-
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