Dos raseros
El 30 de septiembre Madrid estaba cortado el centro para dar paso a la Vuelta Ciclista. Pero no sólo se prohibía el paso a los automóviles, sino también a los peatones, mucho antes de que fueran a pasar los corredores. Es sorprendente la afición y entusiasmo que ponen nuestros ediles y alcalde en este tipo de manifestaciones deportivas, incluso cuando los monumentos de la ciudad sufren con ello. ¿Por qué, sin embargo, se presta tan poca atención a los deseos de los ciclistas aficionados, que no pueden usar la bicicleta por la ciudad ni siquiera el domingo, ya que no se les destina ningún circuito?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.