Un 'kamikaze' murió en la planta de Toulouse, según 'Le Figaro'

El ministro francés del Interior, Daniel Vaillant, denunció ayer como 'rumores' la hipótesis de que uno de los fallecidos en la explosión de una fábrica en Toulouse llevaba puesta ropa interior 'como la de los kamikazes islamistas', recogida en varios medios informativos. Su colega de Medio Ambiente, Yves Cochet, hizo unas declaraciones en las que pareció tomarse más en serio estas informaciones.

El diario Le Figaro asegura que se investiga un posible sabotaje tras el descubrimiento del cadáver 'de un hombre de origen magrebí, que no figura en la lista oficial de víctimas de la catástrofe', y que llevaba puesta ropa interior 'a la manera de los kamikazes islamistas', a los que sus jefes 'prometen setenta vírgenes para la eternidad en recompensa de su sacrificio'.

Según la revista Valeurs Actuelles, el fallecido es Hasan Jandoubi, de 35 años, francés de origen tunecino, que habría sido vigilado anteriormente por la policía por pequeños actos de delincuencia y por simpatías islamistas. Este hombre llegó a la fábrica cinco días antes de la explosión, en un equipo contratado para trabajos temporales. Uno de los otros dos obreros del mismo equipo murió también y el tercero está gravemente herido.

En el momento del estallido, los tres interinos se encontraban 'a una treintena de metros' del hangar donde se hallaba almacenado el producto que explotó, siempre según Le Figaro, que detalla las ropas sospechosas: dos slips y dos calzoncillos bajo dos pantalones superpuestos. Tales vestimentas habrían recordado a un médico 'la mitología de los soldados kamikazes'. El domicilio de la víctima fue registrado el 28 de septiembre, pero no se encontraron ropas ni fotos, porque su novia lo había tirado todo para tratar de olvidar lo más pronto posible. También dijo a la policía que su novio llevaba mucha ropa interior 'porque estaba acomplejado por sus pequeñas nalgas'.

No hay versión oficial

Nada se sabe acerca de las circunstancias que protegieron tales ropas de la tremenda explosión, que voló toda la fábrica y dejó un enorme cráter en su lugar.

El caso es que dos semanas después de la catástrofe en la fábrica de fertilizantes, que provocó 29 muertos y casi 2.500 heridos, el Gobierno sigue sin ofrecer ninguna tesis oficial sobre la causa de la tragedia. 'Aquí se está intentando relanzar pistas o qué sé yo para vender papel', se limitó a comentar ayer el ministro del Interior durante la inauguración de un congreso de bomberos. 'No hay tesis oficial; muy pronto se sabrá la verdad', prometió Vaillant.

Horas antes, su colega de Medio Ambiente, Yves Cochet, que pertenece al partido de Los Verdes, había asegurado que 'ninguna hipótesis está descartada', incluida la del 'origen terrorista' de la explosión. 'Un ataque de tipo terrorista más o menos organizado, más o menos artesanal, siempre es muy difícil de detectar antes de que se produzca', reflexionó Cochet, quien puntualizó que todas las hipótesis siguen abiertas.