Las bolsas reciben con alivio el anuncio de ayudas del presidente Bush
Los despidos en EE UU llegan a 250.000 en septiembre y suman 1,3 millones
El paquete de medidas anunciado por la Administración de Bush en Estados Unidos permitió ayer a las bolsas europeas recuperar la confianza. Madrid subió el 2,66%, y el Ibex 35, el 3,05%, mientras que París ganaba el 4,26%; Londres, el 2,75%, y Francfort, el 2,51%. Tokio terminó la sesión con un avance del 2,83%. El mercado de Nueva York, donde ayer se conoció que el número de despidos en septiembre se acercó a los 250.000, comenzó a renquear y sufría pérdidas al poco del cierre de la sesión de ayer.
El plan de estímulo económico propuesto por la Administración de George W. Bush llevó ayer la tranquilidad a los mercados de valores de todo el mundo. En la Bolsa española se produjeron subidas importantes, con el 3,05% en el índice selectivo Ibex 35 y del 2,66% en la Bolsa de Madrid. París ganaba el 4,26%; Londres, el 2,75%, y Francfort, el 2,51%. La Bolsa de Tokio también respondió positivamente al anuncio con un avance del 2,83%.
Los mercados estadounidenses, que abrieron la sesión al alza, eran objeto de una retirada de beneficios a media tarde, con lo que el índice Dow Jones de valores industriales, que representa el lado clásico de la economía, bajaba 21 puntos, el 0,23%. El mercado Nasdaq de valores tecnológicos subía el 1,71% a media sesión, tras ganar más del 3% en la apertura.
El dato de peticiones de subsidio de desempleo semanal, con un incremento de 71.000 nuevas demandas, hasta 528.000, recordó a los inversores que la crisis sólo está empezando. En los nueve primeros meses del año, las empresas estadounidenses han anunciado la supresión de 1,3 millones de empleos. En septiembre se anunciaron 248.332 despidos, de los que el 81% se produjo después del 11 de septiembre, día del atentado. Tal vez por ello, Bush anunció ayer que destina 3.000 millones de dólares para subsidiar el paro.
La masiva intervención del Estado en la economía de Estados Unidos, que puede costar entre 60.000 y 75.000 millones de dólares por año, ha contado con el apoyo condicional del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que ha reiterado a los representantes del Congreso que una intervención del Estado debe ser eficaz y a la vez a corto plazo, quizá por dos años. Las consecuencias de este aumento del gasto gubernamental, acompañado por una nueva reducción de impuestos, puede traer consecuencias imprevistas a medio y largo plazo, como la vuelta al déficit fiscal, pero en esta ocasión apenas hay voces discordantes, salvo por el contenido de las ayudas.
En el mercado español se comenta abiertamente la posibilidad de que se esté produciendo algún tipo de intervención que en las peores sesiones habría evitado una caída demasiado fuerte de las cotizaciones. Los bancos centrales de Estados Unidos y de la UE prometieron ayuda a los mercados cuando la Bolsa de Nueva York permanecía cerrada por los atentados y es más que probable que se haya aportado liquidez para evitar el pánico. Ahora, las ayudas a la economía -reducción de impuestos, subsidios de desempleo y gastos en infraestructuras- tienen como finalidad evitar la recesión y son bienvenidas por los inversores.
El precio del petróleo, que ayer se mantenía en torno a 21 dólares en el mercado de Londres, contribuye a aliviar la crisis, pero esa caída en el precio abre la posibilidad de un recorte de la producción de forma automática por parte de la OPEP si el precio se mantiene por debajo de 22 dólares durante 10 sesiones consecutivas.
En Europa, las ayudas se limitan a la rebaja de los tipos de interés. Ayer fue el Banco de Inglaterra el que rebajó sus tasas en un cuarto de punto, hasta el 4,50%, para animar la inversión.
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