Los partidos de izquierda difieren en el alcance de la reforma del Estatuto, que ahora se halla bloqueada

Los partidos de la izquierda política valenciana, el PSPV, Esquerra Unida y el Bloc Nacionalista Valencià, difieren sobre el alcance que debería tener la reforma del Estatuto de autonomía. Los dirigentes de los tres partidos, Joan Ignasi Pla, Joan Ribó y Pere Mayor, coincidieron ayer en una mesa redonda convocada por Valencians pel Canvi en señalar que la reforma del Estatuto está bloqueada y no será posible a corto y medio plazo.

En sus intervenciones no faltaron los reproches de los partidos pequeños hacia los grandes. Pere Mayor responsabilizó a socialistas y populares del bloqueo de la reforma y señaló que 'ahora es imposible'. Mayor defendió que la Comunidad Valenciana tenga las competencias que ahora ostentan el resto de autonomías del artículo 151 y reclamó el reconocimiento como nacionalidad histórica, el impulso del requisito lingüístico y la rebaja del techo electoral del 5% al 3%.

Por su parte, el coordinador general de Esquerra Unida, Joan Ribó, calificó de fundamental que la reforma incluya una defensa de los derechos nacionales y la posibilidad de mejorar la colaboración con otros territorios del mismo ámbito lingüístico y cultural. Ribó insistió mucho también en la necesidad de revisar el recién aprobado modelo de financiación autonómica que situa a la Comunidad Valenciana en una muy mala situación.

Por su parte, el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, reconoció que 'es difícil hablar de reforma del Estatuto' porque no existe suficiente voluntad política en los partidos mayoritarios. Pla asumió la responsabilidad de su partido por lo hecho en el pasado, pero insistió en que la reforma estatutaria es una cuestión instrumental para lograr atender mejor las necesidades de los ciudadanos. Así, responsabilizó al Partido Popular, con mayorías absolutas en Madrid y la Comunidad Valenciana, de no desarrollar al máximo las competencias que permite ostentar en la actualidad el Estatuto. Pla defendió la necesidad de plantear con cautela las reformas.