Jospin apela al 'patriotismo' tras subir el paro por cuarto mes

El número de demandantes de empleo en Francia asciende a 2.127.800, casi 60.000 más que hace cuatro meses. El paro sólo baja entre las mujeres jóvenes. Un análisis más detallado muestra el aumento de parados con edades superiores a los 50 años y las crecientes dificultades para encontrar empleo cuando se lleva más de un año sin trabajo.

Esta situación afecta a la posición política del primer ministro, Lionel Jospin, que convirtió la lucha contra el paro en su prioridad máxima. No hace mucho proclamó el pleno empleo como el objetivo para este decenio. Enfrentado a los malos datos del verano, Jospin cree que es cosa de aguantar: 'Si logramos atravesar este periodo, de algunos meses, volveremos a encontrar el movimiento que nos condujo a reducir el paro en un millón de personas', afirmó ayer ante los parlamentarios de su partido.

Jospin también lanzó un llamamiento al 'patriotismo económico' de los consumidores y de los directivos para evitar la recesión. Un estilo que recuerda los ya efectuados por el presidente de EE UU, Georges W. Bush, o el canciller alemán, Gerhard Schröder, con la diferencia de que Francia tiene previstas elecciones presidenciales la primavera próxima y un ambiente económico derrotista podría tener malas consecuencias.

Ese llamamiento coincide con la difusión de una encuesta sobre la moral de los directivos,que retrocede a los niveles de 1996, antes del regreso de la izquierda al poder. El clima de optimismo industrial de los últimos años se ha roto, según el Instituto de Estadística, que avisa de que las perspectivas de producción 'bajan fuertemente', con la excepción de la energía y del automóvil. Laurent Fabius, ministro de Economía, contrapone a ese pesimismo la baja del petróleo y de los tipos, además del control de la inflación.

La moral de los consumidores es clave en un país que se apoya en el tirón de la demanda. El Gobierno ha decidido reducir el IRPF en 2002 y anticipar a este año parte de la 'prima al empleo' que 8,5 millones de personas tienen derecho a cobrar en 2002 (como una paga mensual).