Más copas gratis que público
La Feria de San Miguel arranca con más presencia de políticos que de sevillanos de a pie
La Feria de San Miguel empezó el pasado miércoles por la noche. Pero ayer tarde cogió carrerilla. Siguiendo el más fiel estilo de la Feria de Abril, la verbena recuperada por la parte andalucista del gobierno de la ciudad tras más de 30 años de olvido, concitó ayer invitaciones y almuerzos de institcuciones públicas y organismos privados.
Así las cosas, el público de a pie, los sevillanos, que aún no se acostumbran a tener un festejo popular más en su apretado calendario festivo, no consiguió llenar ayer durante el día las amplias calles del coqueto recinto ferial preparado junto al tradicional escenario de la Feria de Abril, en el barrio de Los Remedios.
Y no sería por falta de actividades. En oposición a su antecedente primaveral, con el que todo el mundo compara al nuevo acontecimiento, la Feria de San Miguel está ligada a un abigarrado calendario de competiciones hípicas, demostraciones taurinas y espectáculos musicales.
Sin embargo, durante el mediodía y la tarde, las casetas, apenas 40 y todas de libre acceso, reunían más cargos públicos y representantes empresariales, a rebufo de las recepciones con invitación a copa, que público en general.
En la recepción que celebró a primera hora el Consorcio Municipal de Turismo de Sevilla, el delegado del ramo, Blas Ballesteros, y el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, agasajaron entre otros invitados al consejero de Turismo, José Hurtado, con el que departieron de la suspensión del congreso de ASTA, a sus compañeros concejales Pablo de los Santos, Evangelina Naranjo, José Antonio García y Juan Carlos Raffo, o al hostelero Juan Robles.
Un poco más tarde, el verdadero centro de reunión para personalidades de la ciudad, era la caseta montada por el Real Club de Enganches. Allí, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Rafael Álvarez Colunga, celebraba su santo, una cita ineludible para el quién es quién en la ciudad.
En el ámbito político, el secretario general del PP, Javier Arenas, acaparó la atención de los asistentes en el breve rato que pasó por la caseta. Tras su marcha, el ex presidente socialsita de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, el diputado nacional andalucista, José Núñez, su compañero, el delegado municipal de Urbanismo, Rafael Carmona, o el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Jaime Raynaud, se disputaban el protagonismo.
Superado el nivel político, afloraban otros personajes, como el periodista Carlos Herrera, el humorista Paco Gandía, el jinete Luis Astolfi, el empresario Gregorio Conejo o el director de la RTVA, Rafael Camacho. En el resto de casetas, los pocos visitantes disfrutaban de la buena organización de un festejo que la mayoría de la ciudad aún tiene por descubrir.
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