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El CAAC muestra la diversidad de la arquitectura española en el siglo XX

La arquitectura moderna no es homogénea porque nació ya con tendencias distintas, que en cada país europeo han adquirido un perfil específico. La exposición Arquitectura del siglo XX: España, abierta en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, narra a través de fotografías, maquetas y dibujos la historia de la arquitectura española en el siglo pasado en toda su diversidad. Un total de 157 edificios son los protagonistas de esta muestra, organizada por la Sociedad Estatal Hannover 2000 en colaboración con el Ministerio de Fomento, que ya fue expuesta en el Museo Alemán de Arquitectura de Frankfurt como parte de las actividades del Pabellón de España de la Exposición Universal de Hannover.

Esta antología incluye sólo edificios construidos y que todavía existen, según indicó ayer su comisario, Antón González-Capitel. La exposición ha querido atender a la diversidad de tendencias de las obras. 'La arquitectura del siglo XX tiene un carácter pluralista', dice el comisario, que ante la poca unidad de las obras prefiere hablar de 'arquitecturas modernas'. Los arquitectos más representados son Gaudí, Moneo, Sáenz de Oiza, Alejandro de la Sota, Gutiérrez Soto, José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, Cruz y Ortiz y José Antonio Cordón.

La exposición, que se completa con un ciclo de conferencias y una mesa redonda, está ordenada cronológicamente. El comisario resaltó que la arquitectura que se hizo en España en el primer tercio del siglo XX, exceptuando a Gaudí, es una herencia del siglo XIX. 'Hasta la guerra civil estuvo muy mitificada porque era el inicio de la arquitectura moderna, pero no era tan buena', aseguró.

La década de los 40 fue 'un periodo oscuro' con un resurgimiento del historicismo. El nuevo despegue de la arquitectura moderna se produjo en los años 50 y 60 con obras de gran calidad, aunque, a juicio del comisario, 'la mayoría no representaba a la sociedad fraquista'. La década de los setenta, con el final del franquismo, supuso el alineamiento con la cultura internacional. De esa época son el Banco de Bilbao, de Sáenz de Oiza, o el edificio de Bankinter, de Moneo.

Las décadas de los 80 y los 90 significaron un desarrollo extraordinario de la arquitectura española, con proyección internacional, especialmente en los países iberoamericanos. En este periodo, dice González-Capitel, es cuando se producen más y mejores obras. Madrid y Barcelona son las ciudades que más aparecen en la muestra, aunque la arquitectura andaluza reciente está bien representada. La estación de tren de Santa Justa, el pabellón de la Navegación, el edificio de la Red Eléctrica de la Cartuja o el puente del Alamillo son algunas de las construcciones seleccionadas. La muestra estará abierta hasta el 18 de noviembre.

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