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Reportaje:

Galicia trae sus leyendas a Madrid

Inaugurado un ciclo de lecturas con obras de Castelao, Cunqueiro, Risco, Barros y Lourenzo

Una avanzadilla literaria de Galicia desembarcó ayer en Madrid con el ímpetu de la palabra por única enseña. Palabra enunciada en castellano, sentida en gallego y declamada con el lenguaje universal de la entonación y del gesto. Seis profesionales del teatro, ataviados a la usanza medieval -bufón, aya, caballero, reina y rey, más carcelero-, desplegó sabia y vívidamente un texto de Vicente Risco, denominado O bufón de El Rey, traducido del gallego por Susana Caaveiro. Esta pieza de leyenda, que capturó la atención de decenas de asistentes, inauguró en la Casa de Galicia (calle de Casado del Alisal, frente a los Jerónimos), un cuidado ciclo de cinco lecturas dramatizadas que pugna por exhibir, en Madrid, joyas del parnaso galaico.

'Intentamos así acercar la literatura dramática gallega a todos los madrileños', explica Rosa Figueroa, jefe de prensa de la embajada de la Xunta de Galicia en Madrid. Para lograrlo, Ramón Jiménez, coordinador de Cultura, ha seleccionado una plétora de autores del siglo XX: el ciclo incluye fragmentos escogidos de obras de Alfonso Rodríguez Castelao, el bienamado líder del nacionalismo progresista gallego, cuya obra Os vellos no deben namorarse será leída el próximo 9 de octubre, y O incerto señor Don Hamlet, de Álvaro Cunqueiro, albacea del realismo fantástico, que mostrará su talento recreador de mitos y de leyendas, fuentes de las que bebieron siempre los mejores dramas.

El 12 de noviembre será la lectura de Fausto Margarida e aqueloutro, de Tomás Barros, quien diera nombre a la generación gallega conocida como Promoción Enlace, vinculada a una suerte de cubismo escénico caro al innovante espíritu de los grandes creadores de Galicia. Como colofón del ciclo, el 29 de noviembre será leído un texto del dramaturgo Manuel Lourenzo, Últimas faiscas de setembro, premio de Teatro Rafael Dieste de 1999. La dirección corre a cargo de José Aguilar, a quien ayudan Manuel Otero Cantudo, miembro de una saga de artistas, y Margarita Fernández.

'Cuando realizo una lectura dramatizada como ésta de Risco', confiesa esta actriz de fina belleza, 'se apodera de mí cierta inseguridad, a diferencia de cuando represento en teatro, porque aquí me falta el cuerpo para actuar'. Quizá por ello, Margarita y Uxía Blanco, actriz dramática también joven, se entregan a la tarea de aterciopelar sus voces con el sesgo cálido de un quiebro mimoso, cuando de quebrados mimos el texto versa, el troquel gélido de una admonición regia o el del conjuro de una bruja, cuando la lectura del texto de Vicente Risco a tales parajes les lleva.

Mario Tomás López, lucense nacido en Bruselas, declama el papel de un bufón herido por su amor imposible hacia una reina infiel. Administra su voz con tan vigorosa energía que, al hacerla estallar indignada ante un público seducido, una corriente de concernimiento y de miedo galopa por el ánimo de la sala. Perfidia y dulzura, en las voces del aya, Margarita, y de la reina, Uxía; lirismo, virilidad y prestancia, en las de Aguilar, Alberto Comesaña y Carlos Javier, configuran un espectáculo vivificante. Todo recuerda el valor de la palabra henchida de intención, que sólo las gentes del teatro saben convertir en provocación o trocar en complicidad. Galicia, desde ayer y gracias a la palabra, se encuentra más cerca de Madrid.

En primer plano, Mario Tomás. De izquierda a derecha, Carlos Javier, Alberto Comesaña, José Aguilar, Uxía Blanco y Margarita Fernández.
En primer plano, Mario Tomás. De izquierda a derecha, Carlos Javier, Alberto Comesaña, José Aguilar, Uxía Blanco y Margarita Fernández.CLAUDIO ÁLVAREZ

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