'Vuelvo por amor al juego'

Dentro de 34 días Michael Jordan volverá a disputar un partido oficial de baloncesto. Será el 30 de octubre en el Madison Square Garden de Nueva York, con su número 23 de siempre pero con la camiseta del Washington Wizards. Firmará un contrato por dos años en los que cobrará el mínimo anual que puede percibir un veterano: un millón de dólares (unos 183 millones de pesetas). Su sueldo para la próxima temporada lo donará en su totalidad a las víctimas de los atentados sufridos por Nueva York y Washington el pasado día 11. 'Estoy entusiasmado por poder jugar en el Washington Wizards. Creo que hay las bases suficientes para construir un equipo que pueda competir en playoff', reconoció el jugador, que tendrá como entrenador a Doug Collins, el que fuera su técnico en Chicago. Un duro de los banquillos con el que Jordan tuvo fuertes diferencias cuando era jugador, pero que él mismo ha elegido este año como técnico de los Wizards.

En una nota de prensa dada a conocer por la empresa que le representa, Jordan confirmó anoche, en torno a las 22.30, hora española, que va a poner fin a su retiro de 40 meses. Casi tres años y medio desde que una noche de junio de 1998 en Salt Lake City pusiera el momentáneo epitafio a su carrera con un último minuto de cuento de hadas que le valió su sexto anillo. Nada más conocerse la noticia el dueño de los Wizards, Abe Pollin no pudo contener su emoción: 'El mejor jugador de la historia va a jugar en mi equipo, me siento encantado'. Jordan ha descrito cuáles son los motivos que le han llevado a volver a las canchas: 'La oportunidad de enseñar a los más jóvenes y elevar su juego. Además con mi vuelta quiero agradecer todo el apoyo y lealtad que me han ofrecido los aficionados del equipo'.

'El baloncesto hace feliz a Michael Jordan', así resume Pat Williams, autor de un libro sobre la estrella cuales son sus sentimientos. Si a ésto le añadimos su feroz apetito competitivo ya están sumados los dos factores que han hecho posible su regreso. Fue estupendo retirarse con una última canasta en el sexto partido de la final y con un título, pero también estaría bien llevar hasta los playoff a uno de los peores equipos de la NBA con 38 años (cumplirá 39 en febrero). Los Wizards ganaron el año pasado 19 partidos y perdieron 63. Los dos mejores acompañantes de Jordan serán Richard Hamilton, un alero anotador que la pasada temporada consiguió 18,1 puntos por partido, y Kwame Brown, número uno del último draft, un ala-pivot de 2,08 de 19 años, que no se ha curtido en la universidad. Los Wizards comenzarán su concentración el día 2 de octubre y, como no podía ser menos, en el pueblo de Jordan, Wilmington (Carolina del Norte). El primer partido de la pretemporada será frente a los Pistons, en Detroit, el día 11. En pretemporada no se enfrentará a los Grizzilies de Gasol. El catalán conocerá a Jordan el 11 de diciembre en Memphis. Poco después, el 4 de enero, los Wizards recibirán a los Bulls. Jordan volverá a Chicago, por primera vez como rival, el 19 de enero.

A diferencia de su primer regreso en 1995 no hay unanimidad en Estados Unidos sobre lo acertado de su decisión. ¿Por qué correr el riesgo de poner en peligro su legado? 'Por amor al juego', respondió ayer MJ en su ansiado comunicado.