La Oreja de Van Gogh, Tam Tam Go, El Canto del Loco y Guaraná llenan de fiesta el paseo de Gràcia
Tras el diluvio llegaron la calma, la tranquilidad y el sol y la música volvió ayer a tomar las calles de Barcelona en las fiestas de la Mercè. Un público eminentemente juvenil y con ganas de fiesta llenó el paseo de Gràcia en la confluencia con la Gran Via en los conciertos organizados por la cadena 40 Principales. Ya a las 18.00 horas más de 15.000 personas se agolpaban ante el escenario donde actuaron La Oreja de Van Gogh, Tam Tam Go, El Canto del Loco y Guaraná hasta pasada la medianoche.
Una fuerte brisa lo matizaba todo, pero sin amenaza de tormenta. Cuando a las 19.15 horas la primera banda, Guaraná, pisó el escenario con casi 45 minutos de retraso sobre el horario anunciado, la gente seguía llegando al lugar por las calles laterales o por la Gran Via y pasadas las 20.30 horas la Guardia Urbana tuvo que cerrar el tránsito para facilitar la llegada de más público.
Guaraná levantó rápidamente los ánimos de las jovencitas que les esperaban brazos en alto y que puntuaron con repetidas muestras de efusión cada tema, cantando a voz en grito los estribillos más populares. La temperatura subió con la presencia de El Canto del Loco, que proseguía su actuación en el momento de cerrar esta edición, mientras que a pocos metros de allí, en el escenario situado en el cruce del paseo de Gràcia con la Diagonal, El Frenillo de Gauguin comenzaba la verbena de Cadena 100 ante un público que superaba ya las 3.000 personas.
El paseo de Gràcia se ha mostrado como un lugar idóneo para celebrar actividades de este tipo. Más idóneo es todavía por estar situado en la plaza de Catalunya por su capacidad de acordeón, sus magníficas posibilidades de sonorización y el estar flanqueado por casas que añaden un toque personal y entrañable.
Pese a que la lluvia descabezó la jornada de la noche y madrugada del sábado al domingo del BAM, se pudieron salvar los muebles gracias a que el escenario principal de la estación de França está cubierto, a pesar de que sus múltiples goteras permitieron contemplar un espectáculo inédito: lluvia indoor. Menos suerte tuvo el escenario secundario de la estación, que pese a estar cubierto no ofrece refugio al público, que en reducido número siguió bajo los paraguas las actuaciones de Carrots, La Muñeca de Sal y Love Of Lesbian. Cuando estaban actuando 12Twelve se tuvo que suspender por las fuertes rachas de lluvia.
Privado de todos los demás escenarios, el BAM, que llegó a convocar en esta segunda jornada a 10.000 personas, tuvo que fiar sus cartas al escenario principal de la estación, donde la electrónica más gruesa tomó el protagonismo. Las actuaciones de Rinocerose y Slam abundaron en la sensación de que lo único que descubre el BAM es que hay muchos grupos vulgares. Unos tiran de manidas guitarras, caso de Rinocerose, y otros, caso de los muy decepcionantes Slam muestran un directo que está a años luz de la calidad mostrada en sus discos. Así las cosas, lo único recordable de la noche fue la actuación sedosa y contenida de La Buena Vida, un grupo idóneo para ser escuchado bajo la lluvia.
