Andalucía alcanzará los ocho millones de habitantes en el censo de 2001
La inmigración es el principal factor del aumento de población
El próximo 22 de octubre se inicia el trabajo de campo para la actualización del censo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) empleará a 43.000 personas durante dos meses, tiempo en el que entregarán 60 millones de cuestionarios en 13,5 millones de hogares en todo el país. El censo de 2001 supone un importante salto en el uso de nuevas tecnologías. Alrededor del 20 por ciento del trabajo que tradicionalmente realizaban encuestadores casa por casa será suplantado por la recogida de datos a través de Internet.
La región andaluza se perfila como la 'gran sorpresa' del nuevo censo de 2001, cuya configuración comenzará el 22 de octubre y que ofrecerá los primeros datos a mediados de 2002, mientras que los resultados definitivos aparecerán a finales de ese mismo año. 'Andalucía es muy posible que supere ya los ocho millones de habitantes', explica el delegado provincial del INE en Málaga, Antonio Requena. El principal factor de este incremento es la incidencia de la inmigración y la alta natalidad dentro de este sector social.
Otro aspecto que también influye en la tendencia al alza de la población es el 'repunte' de la natalidad entre los andaluces por 'el buen momento de la economía' en los últimos años. 'La población es muy sensible a los mensajes que le llegan sobre la bonanza económica. Málaga es un buen ejemplo de esta susceptibilidad', asegura Requena.
El eje mediterráneo, con Baleares y la zona central de Madrid, también experimentarán un aumento, mientras que las comunidades bañadas por el Cantábrico 'no crecerán lo esperado', precisa el delegado del INE. Otras zonas del interior peninsular como Castilla y León se estabilizarán, una evolución que Requena considera 'preocupante'. El padrón de 2000 indicó que la población española rondaba los 40.5 millones, a lo que se suma la llegada masiva de inmigrantes, que durante este verano ha superado las cifras de toda la historia.
En su recuento, el INE tendrá en cuenta a los inmigrantes, tengan o no normalizada su situación, y las cifras serán ofrecidas a los ayuntamientos para la actualización del padrón. En este sentido, la presidenta del INE, Carmen Alcaide, dijo esta semana en Málaga que 'no se descarta que algunos inmigrantes irregulares sean reacios a censarse, pero también puede existir la tendencia contraria, porque el estar censados ya les supone tener un papel oficial para legalizar su situación'. Los datos finales de inmigrantes pueden beneficiar a los ayuntamientos para el control de la población, aunque 'otra cosa es que los consistorios no tengan actualizados los servicios sociales para atenderlos', matiza Requena.
El INE ultima en estas fechas la selección y formación de las 43.000 personas encargadas de llevar los cuestionarios a los hogares españoles. Las delegaciones provinciales invertirán 36.000 horas en la instrucción de los entrevistadores, que principalmente son estudiantes. Estos tendrán que repartir 2.000 toneladas de papel que, desplegados en fila india, alcanzan los 30 kilómetros. Los cuestionarios, puestos uno tras otro, cubrirían la distancia del Estrecho de Gibraltar dos veces y aún sobrarían 2 kilómetros de folios.
Las nuevas tecnologías supondrán un importante avance para la realización del primer censo del milenio, ya que el 20% de los cuestionarios será cumplimentado a través de Internet con claves personales y mediante una serie de servidores facilitados por los distintos ayuntamientos. Otra novedad del censo 2001 es que España se convertirá en el primer país del mundo que adapta los cuestionarios para las personas con necesidades especiales, merced a un acuerdo con la ONCE.
Análisis económico
El presupuesto extraordinario para el censo es de 30.000 millones de pesetas. No obstante, la mitad de la partida ordinaria del INE (20.000 millones anuales) también será destinada a la realización del censo, por lo que el Estado paga 1.000 pesetas por habitante para acometer esta radiografía de España, ya que no sólo se realiza el recuento de población, sino que el censo incluye el análisis económico, geográfico y cultural de la sociedad.
Las ciudades de Málaga, Valencia, Alicante y Badajoz forman parte de una experiencia piloto en España. Se trata de la apertura de librerías en las que se pueden comprar publicaciones del INE y del Centro Nacional de Información Geográfica.
Destierro del fraude
Los avances técnicos han propiciado que los fraudes en los censos y padrones de otra época no se vuelvan a repetir. El establecimiento del padrón continuo, es decir, la actualización constante de los datos demográficos gracias a la informática, y la posibilidad de cotejarlos con documentos como el DNI, permiten una mayor depuración de los padrones y evitan errores en los censos electorales. Los fraudes en los recuentos de población han sido constantes a lo largo de la historia, aunque los fines de la manipulación han cambiado con los tiempos. Hace siglos las delegaciones trataban de ocultar población, ya que cuantos más habitantes recogiera el censo, mayor era el gravamen impuesto por los soberanos. En los últimos años, la picaresca cambia de sentido. En el censo de 1991, se intentaron inflar las cifras con la inclusión desorbitada de niños y con numerosas duplicidades, ya que ahora cada habitante de más incide de forma positiva en los presupuestos de los ayuntamientos.
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