La lluvia arruina la jornada sin coches

Las primeras gotas que cayeron sobre la ciudad de Valencia a media tarde de ayer frustraron una jornada que pretendía celebrar la renuncia voluntaria al uso del coche. La Policía Local renunció a ofrecer estimaciones sobre el volumen de tráfico de vehículos particulares cuando empezó a llover. El pequeño sacrificio que impulsaron las instituciones europeas para que los ciudadanos descubrieran las bondades del transporte público se convirtió en una auténtica gesta cuando el tiempo se tornó inclemente.

Sin embargo, a lo largo de toda la mañana los vecinos de Valencia disfrutaron de un ambiente relativamente apacible. Y muchos gozaron del transporte público estimulados por las tarjetas azules que distribuyeron federaciones de vecinos y comerciantes de para disponer gratuitamente del transporte público.

La tarjeta en cuestión conmina a los usuarios a 'cancelar' la tarjeta al acceder a cualquier medio de transporte y anuncia sanciones para los infractores. Los habituales cancelaban mecánicamente sus billetes en la máquina dispuesta junto a la izquierda de la puerta anterior de los autobuses de la EMT. Los novatos, por sistema, acudían confusos al conductor quien dejaba caer el brazo con gesto cansino para señalar el artilugio. Identificados por sus compañeros de viaje, la inmensa mayoría de los novatos expresaban un contento infantil al avanzar para buscar asiento.

'Está prohibido hablar con el conductor', pero no terminantemente. Y los chóferes interpelados coinciden en comentario breve: 'Como cualquier otro sábado'.

El día sin coches apenas tuvo repercusión en la ciudad de Alicante. Pero los peatones pudieron disfrutar de las calles paralelas a Alfonso X el Sabio, hasta la plaza de la Muntanyeta, y de la avenida la Constitución, hasta Federico Soto.

El Ayuntamiento de Elche repartió 60.000 billetes de autobús y cerró al tráfico de particulares las principales arterias de la ciudad. La Policía Local de Valencia estimó un descenso del 14% en el número de vehículos privados en circulación respecto al sábado pasado. Y un aumento del 4% en el número de usuarios de transporte público, pero sólo hasta las dos y media de la tarde. Los cálculos se arrumbaron cuando empezó a llover.