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Tom Ridge, un 'irlandés' hecho a sí mismo

Siempre se dijo que Tom Ridge era el hombre elegido por George W. Bush para acompañarle como candidato a vicepresidente en las últimas elecciones. Bush le perdonaba alguna desviación ideológica -principalmente la de ser partidario del derecho al aborto- a cambio de su recto perfil y de haber hecho, como gobernador en Pensilvania, lo que luego hizo él como presidente: bajar los impuestos. Ridge, católico y de origen irlandés, demostraba su disciplina conservadora en el número de penas de muerte que ha firmado: más de 100.

Se dice también que fue su padre, el otro Bush, el que inclinó la balanza del hijo en la elección final de su acompañante presidencial; Dick Cheney era amigo de la familia y ofrecía garantías de fidelidad. Ridge ya había sonado como candidato a vicepresidente cuando Bob Dole buscaba un hombre de confianza para las elecciones de 1996. Está acostumbrado a quedarse al borde del Gobierno: Bush también pensó en Ridge como posible secretario de Defensa, pero el ala dura del Pentágono no aceptó a un hombre partidario de una moratoria nuclear y crítico con acciones del pasado, como las ayudas a la Contra en Nicaragua y El Salvador.

Tom Ridge se acerca ahora a la Casa Blanca como zar de la defensa nacional. Su entrada en el Gobierno (el nombramiento tiene rango ministerial) ya le ha vuelto a situar en las quinielas republicanas de futuros candidatos presidenciables.

En 1982, Ridge se convirtió en el primer congresista de EE UU que había pisado el terreno de los combates de Vietnam. Hombre de origen sumamente humilde, entró en el Ejército justo después de haberse graduado en Derecho por Harvard. Como militar, llegó a sargento y recibió la estrella de bronce al valor por una emboscada en la que mató a varios soldados vietnamitas.

Sus 12 años en el Capitolio demostraron un interés abierto por cuestiones de defensa; apoyaba una política de ayudas a los veteranos del Ejército pero al mismo tiempo promovía recortes en el gasto militar y reducción de la presencia y la implicación de EE UU en conflictos de política exterior.

Después de cinco reelecciones como congresista, Ridge, que tiene ahora 56 años y dos hijos, logró ganar las elecciones de 1994 a gobernador de Pensilvania. Su discurso electoral prometía mano dura contra el crimen en el Estado y reducción de la carga local de impuestos, y en ambos puntos ha cumplido sus promesas.

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