El rector de la Jaume I reclama que el futuro de la universidad se trate como un tema de Estado

La crítica a la nueva Ley de Universidades aprobada por el Gobierno centró ayer la intervención del rector de la Universidad Jaume I de Castellón (UJI), Francisco Toledo, en la inauguración del nuevo curso académico. El rector de la UJI señaló las diferencias entre el proceso de elaboración de la reforma de la ley universitaria y la judicial al asegurar que la universidad 'es un tema de Estado' no menos importante que la Justicia y, sin embargo, en este último caso, se buscó el consenso desde el principio y se aprobó con un importante compromiso presupuestario.

Pese al pesimismo ante la posibilidad de que la norma sea aprobada por el Congreso de los Diputados tal como ha sido redactada por el Gobierno, Francisco Toledo quiso recalcar: 'Todavía estamos a tiempo de buscar un amplio consenso que asegure la estabilidad temporal a la ley y que se la dote de los recursos necesarios'.

El rector de la Jaume I recalcó esta idea a pesar de las descalificaciones realizadas por el propio presidente del Ejecutivo, José María Aznar, en las que dijo de los contrarios a la reforma, como los rectores, que forman parte de un 'corporativismo rancio envuelto en la bandera de un progresismo trasnochado'. El rector de la Jaume I tuvo palabras para Aznar y consideró su discurso como una 'descalificación' que es 'impropia de responsables institucionales que han de defender sus ideas con argumentos'.

Francisco Toledo enumeró toda una serie de aspectos negativos de la nueva ley. El 'lío' de órganos de gobierno diseñados con composiciones muy cuestionables, la caótica carrera docente diseñada, la mención sólo superficial a la organización de la investigación, el nulo compromiso financiera para la supuesta mejora, la ignorancia de espacio docente y de investigación europeos, el régimen transitorio poco flexible y el establecimiento de procesos electorales, según dijo, innecesarios, fueron algunas de las críticas.

El rector de la institución académica castellonense quiso dejar claro que las universidades 'sí que quieren una ley', pero no ésta que, según indicó 'no es la que necesita una universidad moderna'.

Para tratar de aplacar los aspectos negativos de la normativa que defiende el PP, la mesa del claustro de la Jaume I ha puesto en marcha un proceso de 'reflexión y diálogo' para aportar 'ideas constructivas' y marcar 'los inconvenientes'.

Financiación

Para culminar su intervención, Francisco Toledo quiso tratar temas ajenos a la ley y dependientes de la Generalitat Valenciana, como el establecimiento del sistema de objetivos del plan de financiación de las universidad valencianas que 'si se cierra convenientemente', tal como indicó el rector, 'supondrá un importante avance'.

Además, al contrario de lo expresado por el director general de Universidades, Salvador Forner, que aseguró que las necesidades de nuevas titulaciones se habían cubierto al 100%, Toledo ya solicitó la implantación de una nueva titulación para 'ir completando nuestra oferta', ya que, según los datos que aportó, cerca del 20% de los estudiantes que aprobaron la selectividad en junio han elegido una titulación que no se ofrece en la Jaume I de Castellón.

Por su parte, Forner realizó una defensa férrea de la nueva ley, de la que destacó 'tres cuestiones fundamentales'. La primera de ellas, según dijo, se refiere a la democratización de la universidad por la elección del rector a través del sufragio universal directo. En segundo0lugar, mencionó la virtud de que el proyecto plantee un mayor control social de la universidad y, por último, dsetacó el incremento en las exigencias para la selección de profesorado.

La lección inaugural de ayer corrió a cargo de Josep Planelles, que habló sobre la ciencia como un componente importante de la cultura moderna.