Castellón acepta el plan de Batalla para urbanizar el suelo de Renfe y deja fuera a los comerciantes
El Ayuntamiento de Castellón ha utilizado una argucia legal para dejar a una de las empresas del grupo Batalla, Calviga, como única en la presentación de una propuesta de urbanización de más de 160.000 metros cuadrados de Castellón. Éstos corresponden a los terrenos de la antigua estación de Renfe, donde está anunciado y previsto que el El Corte Inglés ubique uno de sus centros y que, según se ha vaticinado, trasladará el centro neurálgico de la ciudad a este punto. La zona fue sometida a una recalificación, tras la que Calviga presentó un proyecto de urbanización por unos 2.000 millones de pesetas. Los comerciantes del centro manifestaron su deseo de ubicarse cerca de El Corte Inglés y, para ello, crearon una asociación y presentaron una oferta económica alrededor de 200 millones más barata que la de Batalla. Sin embargo, ayer una comisión técnica desestimó la propuesta de la Asociación de Comerciantes de Castellón-Edificio Singular.
Los argumentos expuestos por el Ayuntamiento se centran en dos puntos. El primero, que la asociación no llevaba constituida veinte días cuando presentó su propuesta y, el segundo, que faltan algunos documentos como, por ejemplo, una fotocopia de un DNI.
Fuentes del colectivo indicaron ayer que el Ayuntamiento 'pretende apoyarse en esta argucia para adjudicarla [la urbanización] directamente a Calviga, del Grupo Lubasa'. Los comerciantes hicieron pública una nota en la que anuncian el inicio de un proceso en la vía judicial 'en defensa' de sus 'legítimos derechos vulnerados'. Los comerciantes denuncian que cuando presentaron su plica no se les comunicó ninguna objeción sobre la documentación presentada y que, días después fueron 'requeridos' para subsanar deficiencias. Tras este trámite, según el mismo comunicado, 'el letrado del Ayuntamiento declaró bastante la documentación presentada', con lo que no podían 'sospechar' que se produjese este 'espectacular cambio' en el Ayuntamiento. 'Los comerciantes de Castellón, conocemos el poder fáctico que representan algunas empresas', añaden.
