Minucioso con cada peseta
El responsable del gasto tiene el reto de mantener el nivel de las inversiones y evitar la deuda
Juan Bravo Rivera, de 38 años, tiene fama de serio en la consejería de la que ahora se hace su máximo responsable. Ayer se notaba que le costaba sonreír ante las cámaras de televisión cuando éstas le enfocaban. Pasaba frente a ellas con el rostro serio y el paso firme, aunque se le apreciaba cierto nerviosismo.
Es licenciado en Derecho y funcionario de carrera, desde 1989, del cuerpo de Técnicos Superiores de la Comunidad, donde empezó a trabajar en época del socialista Joaquín Leguina.
En julio de 1995, Antonio Beteta, del PP, en aquel momento consejero de Hacienda, se fijó en él. Fue nombrado director general de Presupuestos y Patrimonio y comenzó una carrera que le llevó a ser, dos años después, viceconsejero de Hacienda. Ayer, Alberto Ruiz-Gallardón le designó como nuevo consejero de Hacienda.
Bravo admite que conoce la consejería 'en profundidad' y que se enfrenta a 'un reto apasionante'. Este reto al que se refiere Bravo será sacar adelante los presupuestos del próximo año, que deben estar orientados, tal y como anunció Ruiz-Gallardón durante su discurso, a crear empleo, infraestructuras y educación.
La Comunidad de Madrid, a causa de las obras de ampliación de metro y la asunción de nuevas competencias en educación, no pasa precisamente por un buen momento económico. El Gobierno regional ha tenido que crear nuevas empresas públicas con el fin de endeudarlas y poder financiar así las grandes infraestructuras.
Pero los números, tal como obliga la normativa europea, tienen que cuadrar. Las comunidades autónomas, igual que los estados, no pueden endeudarse indefinidamente, por lo que el reto del nuevo consejero consistirá en seguir manteniendo el nivel de las inversiones -metro, educación o carreteras atraen votantes- e impedir un endeudamiento excesivo.
Tanto Antonio Beteta como Manuel Cobo, los dos últimos consejeros de Hacienda de la Comunidad de Madrid, hablan muy bien de su sustituto. Con ambos las relaciones de Bravo han sido excelentes. Beteta, el pasado miércoles, antes de que se hiciera público su nombramiento, exclamó: 'Ojalá sea Bravo el nuevo consejero'. Antonio Beteta es el máximo responsable de las transferencias de la Administración central a las autonomías.
Pero los consejeros de otros departamentos, conocedores de la minuciosidad de Bravo con los gastos, torcían algo el gesto cuando se le nombraba. 'Éste es de la escuela Beteta: todo al céntimo', aseguró uno.
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