Patriotismo contra religión
En esta semana el resto del mundo no ha existido. Hemos dejado de lado Gescartera, que reaparece de una forma infantil, en el diario donde la niña Pilar pedía ayuda a Dios por sus picardías; se la merece por salvar el dinero negro, las cuentas b, de la Iglesia. No hemos contado la ocupación de Jericó, las nuevas víctimas de Sharon -las antiguas fueron cinco mil, como las de las Torres-; la incorporación de IU -Madrazo- al Gobierno de Ibarretxe. Le han dado Vivienda y Asuntos Sociales: lo que se da a mujeres y comunistas.
Estábamos en el símbolo de las Torres: 'símbolo' se es después. Broadway sería el de la alegría, la cultura occidental; el Guggenheim, el de la pintura mundial del XX, la paz del arte y la belleza; la Casa Blanca, no digamos. ¡Hollywood!; somos ciudadanos del cine, y a todos nos llegan las esquirlas. Los periódicos han atendido poco el resto del mundo. En lo que llevo leído -Internet me da diarios lejanísimos- hay un predominio de consejos a Estados Unidos para que no vaya a la guerra. Hasta Fukuyama, que inventó 'el fin de la historia'. Cree que Estados Unidos, si se calma, saldrá de su nuevo aislacionismo, volverá a tener una alegre relación con los demás, y para capturar a Bin Laden -¿habrá sido él? Qué hombre, escondido en el país más pobre del mundo, entre fanáticos histéricos, y capaz de crear esta crisis mundial: qué héroe para los suyos- tendrá que colaborar con Pakistán, China e India.
El japonés, que escribe en el Financial, no pierde optimismo. ¡La velocidad con que ha transcurrido la historia desde que la declaró terminada! Pero es infantil, como el diario de la niña financiera: que se acabe la historia, que las cosas se queden como están, que a mí me conviene. Sí pero ¿y a los otros? Cuidado con defender a los otros: se ofende al patriotismo americano, que es occidental y español. Wall Street se abrió con un despliegue de banderas, una soprano que cantaba God bless America! y un guardia y un bombero -los héroes- que tocaban el timbre de apertura: descendió sólo un 7%. Integrismo islámico frente a patriotismo americano. Hace bien Ibarretxe en decir que se sale de la guerra. Ya tiene la suya, y estamos esperando que la finalice.
