EA critica la forma en que el PNV negoció la entrada de IU en el Gobierno

Lo que tenía que haber sido un trámite para los socios nacionalistas en el Gobierno vasco -la remodelación ayer del Gabinete tras la entrada de IU- acabó con una serie de reproches de EA a los peneuvistas. El secretario general de EA, Gorka Knörr, dijo que durante las negociaciones para incorporar a la coalición que lidera Javier Madrazo se 'ha jugado con EA' y advirtió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, y al PNV de que 'deben tener la suficiente altura de miras para no causar problemas' a un socio 'que ha sido leal hasta ahora'.

No cabe duda de que Eusko Alkartasuna ha sido la perdedora, en lo que a gestión de áreas de gobierno se refiere, con la incorporación de Javier Madrazo al Ejecutivo vasco. EA ha cedido a IU el área de Vivienda y, como recompensa, ha logrado hacerse sólo con áreas menores que controlaba el PNV como Aguas o Medio Natural. Todo ello, junto a alguna declaración del líder del PNV, Xabier Arzalluz, en la que EA ha visto menoscabo de su papel en la negociación y en el propio gabinete, explican en parte la dura acusación de Knörr.

También fue el secretario general de EA quien defendió en la Cámara vasca -donde se celebraba la toma de posesión de Madrazo previa a la reunión del Gabinete tripartito- la remodelación interna de las carteras de EA. Este trasvase de áreas se produjo horas antes de la reunión del nuevo Ejecutivo. Joseba Azkarraga se salió con la suya al hacerse cargo de la cartera de Justicia, Empleo y Seguridad Social, en vez de mantenerse en Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, de menor calado.

Esta decisión interna de EA se hizo a costa del hasta ayer consejero de Educación, Sabin Intxaurraga, que finalmente se queda con las áreas despreciadas por Azkarraga. Salvada la crisis de Gobierno, Ibarretxe centró su mirada política en la cita que mantendrá hoy en Ajuria Enea con el líder de la oposición socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien mantiene una relación 'muy fluida', según ambas partes. Fuentes cercanas a Rodríguez Zapatero dijeron que la agenda era 'abierta' y que su intención no era 'crear tensiones inútiles'.