Pujol teme que un pacto entre PP y socialistas limite el autogobierno

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) mostró ayer su preocupación porque el PP y el PSOE lleguen próximamente a acuerdos que supongan un retroceso del margen de maniobra de las autonomías. El presidente de CDC, Jordi Pujol, dedicó buena parte de la intervención que hizo ayer ante el consejo nacional de su partido, celebrado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), a advertir a los suyos del 'peligro' de que los dos grandes partidos de ámbito nacional lleguen a acuerdos que perjudiquen a las autonomías, según informaron varios asistentes a la reunión.

El secretario general del partido y consejero jefe del Gobierno catalán, Artur Mas, también mostró su temor al término del consejo nacional: 'Estamos preocupados por que algunos pactos entre el PP y el PSOE vayan contra la autonomía y, si esto sucede, levantaremos la voz', aseguró.

Mas y Pujol señalaron en sus exposiciones al menos tres motivos de preocupación: la ley de cooperación autonómica que prepara el Gobierno central -aunque Mas se mostró confiado en que no se aprobará si no tiene el respaldo de CiU-, la de estabilidad presupuestaria y la renovación de los órganos institucionales.

Entre ellos, Mas dio especial importancia a la renovación del Tribunal Constitucional y exigió que al menos uno de sus nuevos miembros tenga el visto bueno de la coalición nacionalista.

'Sería muy grave que por primera vez en muchos años un pacto entre el PP y el PSOE dejara fuera del Tribunal Constitucional a la voz más pro autonomista que propone CiU', afirmó.

La coalición nacionalista ha entregado un listado con una decena de posibles candidatos, pero Mas se mostró muy pesimista sobre el 'bloqueo' que, a su juicio, ejercen el PP y el PSOE.

Las advertencias sobre una supuesta alianza antiautonómica entre el PP y el PSOE -que un miembro del consejo nacional calificó de Santa Alianza- se inscribe dentro de la estrategia de CiU para combatir la moción de censura que los socialistas preparan para octubre. Uno de los argumentos más repetidos por los socialistas es que Pujol, que gobierna gracias al apoyo del PP, está 'prisionero' de este partido.