Zaplana y las felicitaciones

Gracias a esa maravilla de los avances tecnológicos que suponen las antenas parabólicas y las televisiones digitales puedes ver, sentado cómodamente ante el televisor, lo que están emitiendo, en vivo y en directo, las más afamadas cadenas de televisisión del universo mundo. Entre ellas, sin ir más lejos, la valenciana Canal 9. Para los valencianos que vivimos en el exilio -es mi caso- es toda una gozada. Poder ver la televisión de la terreta -que diría Vizcaíno Casas- a tantos kilómetros de distancia, te produce una alegría tan grande que te sirve de estímulo y aguijón para afrontar los sinsabores de cada día con renovado empeño. ¡Esa Tómbola, Dios mío! ¡Ese Mariñas, ese genio del periodismo del bajo-vientre, obsesionado por saber cómo la meten y la sacan -o se la meten y se la sacan- los invitados o invitadas que asisten al programa, sustanciosamente remunerados a cambio de soportar las impertinencias de la tropa mediática con Mariñas al frente. El pasado jueves, y con el fin de entretenerme mientras llegaba la hora de ver Tómbola, conecté a las 21 horas para conocer las noticias que iba a dar Canal 9. Y héte aquí que me encontré con el debate sobre el estado de la Comunidad. Empezaba su intervención el presidente Zaplana. Con buen ritmo, mejor dicción y ademán adecuado -es decir, impasible- nuestro máximo dignatario fue desgranando ante sus señorías los logros conseguidos durante su mandato y los proyectos de futuro que su gobierno tiene en cartera para mejorar el nivel de vida del pueblo valenciano y situarnos a la cabeza de todos los pueblos de Europa. No escatimó la dirección de Canal 9, ni tiempo ni espacio, para que todos los espectadores tuviesen fidedigna y extensa noticia de lo que el presidente anunciaba.

Luego, como es habitual en estos debates, llegó el turno de intervenir a los representantes de la oposición, cuya obligación es criticar todo lo que ha dicho el presidente del Consell, poner en duda sus proyectos y denunciar sus logros que, en opinión de la oposición, nunca son tales. Fue Ximo Puig, el portavoz del PSPV, quien tuvo la osadía de reprocharle al señor Zaplana, entre otras cosas, que la televisión valenciana, Canal 9, era 'la televisión más manipulada de España' y un ejemplo de 'teleporquería'. ¡Nunca lo hubiese hecho! El presidente del Consell, que tiene recursos para todo, se sacó de la manga una carta firmada, ¡nada menos!, que por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, dirigida a la directora de Canal 9, doña Genoveva Reig, en que la felicitaba y le mostraba su agradecimiento por el tratamiento informativo dado a la Conferencia política que el PSOE celebró en junio.

Luego resulta que al día siguiente, viernes, comiendo en el restaurante del Congreso con el director de Comunicación del PSOE, Julián Lacalle, y otros amigos periodistas, nos dijo que esa carta formaba parte del conjunto de unas tropecientas que se enviaron, como muestra de cortesía, a los distintos medios de comunicación que cubrieron el acto socialista del mes de junio. Y como sucede en estos casos, el texto era único para todos. A lo mejor es que el presidente Zaplana, las tarjetas de cortesía y buena educación que recibe por Navidad, las considera felicitaciones a su gestión de gobierno y adhesión inquebrantable a su persona. Cualquier día nos las exhibe en un pleno de las Cortes Valencianas para epatar a la oposición.¡Vaya usted a saber!