'¿Ha hecho usted su maleta?'

La entrada a la zona de facturación ya marcaba las diferencias con otros vuelos. Una o dos azafatas pedían el billete antes de llegar a los mostradores. Sólo los viajeros de esas aerolíneas eran autorizados a pasar dentro de la zona acotada por cintas. Las medidas de seguridad se han ampliado notablemente en el aeropuerto de Madrid-Barajas al reanudarse ayer los vuelos a Estados Unidos después de los terribles atentados del martes contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Las compañías norteamericanas, las únicas autorizadas ayer a volar con destino a Estados Unidos, sometían a sus pasajeros a rigurosos interrogatorios, mucho más amplios que las rutinarias preguntas de la semana pasada. Los pasajeros se enfrentaban al cuestionario tras mostrar el billete de nuevo en el mostrador. '¿Ha hecho usted su maleta?, ¿la ha dejado de ver en algún momento desde que salió del hotel?, ¿qué lugares ha visitado durante su estancia en España?, ¿de dónde viene y cuál ha sido el motivo de su viaje?, ¿lleva usted alguna cámara de fotos o videocámara en su equipaje? y ¿en qué hoteles se ha alojado?', eran algunas de las preguntas planteadas por las aerolíneas. 'Es lógico que planteen estas cuestiones después de la catástrofe que ha sufrido Estados Unidos. Tengo muchos amigos en Washington y en Nueva York y lo he pasado muy mal hasta que he podido contactar con ellos y me han dicho que estaban bien', señaló Angela Richardson, una ciudadana norteamericana que voló ayer a Estados Unidos tras el atentado.

Los pasajeros aceptan comprensivos amplios interrogatorios y las estrictas medidas de seguridad

El primer vuelo en despegar desde Barajas con destino a Estados Unidos fue un avión Boeing 767-300 de la compañía Delta Airlines, cuyo destino fue modificado unas dos horas antes de despegar. En lugar de ir al aeropuerto JFK, se desvió a Cincinnatti (Ohio), ya que el espacio aéreo neoyorquino se cerró tras la detención de un grupo de supuestos terroristas. La siguiente aeronave, perteneciente a la misma aerolínea, voló hasta Atlanta.

'Es una pena que tengamos que volar hasta Cincinnatti en lugar de ir directamente a Nueva York como teníamos previsto, pero después de lo que ha pasado, nuestro problema parece una tontería', explicó Eduardo Quirós, un peruano que también embarcó rumbo a Estados Unidos.

Los pasajeros se mostraron 'muy comprensivos' con todas las medidas de seguridad, según explicó un supervisor de Delta Airlines. 'Les hemos explicado que había un exceso de pasajeros, ya que tenían que salir todos los viajeros que estaban en Madrid desde el día del atentado [el pasado martes]. No han puesto ningún reparo y han reaccionado muy bien ante todas nuestras explicaciones', comentó el responsable de la aerolínea norteamericana. Ésta les ha facilitado hoteles y transportes hasta que regresen a Estados Unidos. Un teléfono 900, de llamada gratuita, les permitía estar permanentemente informados de si su avión iba a salir en los días siguientes. 'Hemos ampliado un poco las medidas habituales de seguridad, pero hay que tener en cuenta que los aeropuertos europeos son ya, de por sí, muy seguros. Por ejemplo, las maletas pasan por infrarrojos', dijo.

Los vuelos de las compañías no norteamericanas, entre ellas las españolas Iberia, Spanair y Air Europa, no pudieron salir ayer de Barajas con destino a Estados Unidos. Todas estaban pendientes de recibir la autorización de la FAA (Aviación Civil de Estados Unidos) para poder entrar en los aeropuertos americanos. Este organismo fue enviando durante todo el día instrucciones y requisitos que debían cumplir las aeronaves que quisieran entrar en EE UU.

Las medidas de seguridad en Barajas eran extremas. El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil habían reforzado todas las áreas del aeropuerto, en especial la zona de embarque de pasajeros y de facturación de equipajes. Se prohibió aparcar vehículos junto a las terminales, se retiraron las papeleras y macetas para evitar la colocación de artefactos explosivos y numerosos agentes de paisano y uniformados deambulaban junto a los mostradores de facturación.