Fiestas 'okupas'

El domingo pasado un lector contaba en esta sección que la Guardia Urbana no le hizo caso al denunciar el ruido de una fiesta nocturna en una casa okupada cercana al puente de Vallcarca. Quisiera decirle respetuosamente al señor denunciante que no se preocupe: la casa será desalojada algún día por la policía, como lo han sido otras tres, que he visto personalmente desalojar, cercanas también al puente de Vallcarca.

Hace 16 años que me trasladé al barrio y no tengo ninguna queja del comportamiento de los habitantes que ocupaban estas casas, eran todos excelentes vecinos. Ninguna fiesta okupa ha llegado a mis oídos. Más bien me quejo, por ejemplo, y también de veras, del volumen muy alto de la televisión de otros vecinos, fiesta diaria de concursos y telefilmes a todo volumen, hasta la medianoche, desde otro tipo de casas muy distintas a las de los okupas.

Quizá ni uno ni otro seamos suficientemente cívicos al no elegir llamar respetuosamente a las puertas de nuestros vecinos y pedirles que bajen el ruido. Pero una celebración nocturna asociada al calificativo de okupa, ¿es motivo más justificado que otro para llamar a la policía? ¿Por qué?