Piratas en Isla Mágica
No cabe mayor realismo. Las atracciones de piratas y bucaneros y, en general, del resto de las instalaciones del parque parecen sacadas del original. En alguna de ellas hasta desaparecen tus pertenencias con la mayor impunidad. Así me ocurrió un fin de semana cuando, acompañado de mi padre y mis hermanos, pasamos una jornada en Isla Mágica, trasladándonos desde nuestro pueblo, Montilla, hasta la Cartuja con la mayor ilusión.
Cuando nos subimos en El Jaguar se nos pidió que depositáramos nuestros objetos personales en una dependencia habilitada para este fin junto a la atracción. Cuál no sería mi sorpresa cuando al regresar habían desaparecido mi teléfono móvil y unas gafas de sol. Ambos objetos eran completamente nuevos. Habían costado a mis padres 50.000 pesetas. Algún pirata se los había apropiado con la mayor tranquilidad.
Lo vergonzoso es que la encargada del servicio declinó toda su responsabilidad al mostrarnos un pequeño cartel en el que se advierte que la empresa no se hace responsable de los objetos perdidos.
La indignación de mi padre fue mayúscula, sobre todo, cuando se limitan a decir que no es responsabilidad suya..., y se quedan tan campantes.
