El Rey emplaza a la cooperación internacional contra el terrorismo al inaugurar el año judicial

El rey Juan Carlos expresó ayer su 'estupor e indignación' por la descarnada brutalidad de los ataques terroristas contra Estados Unidos y, junto al presidente del Consejo del Poder Judicial, Javier Delgado, y el fiscal del Estado, Jesús Cardenal, emplazó a una mayor cooperación judicial entre las naciones para perseguir el terrorismo. En la solemne ceremonia de apertura de tribunales, enmarcada este año por la tajante condena a los atentados de Estados Unidos, el presidente del Poder Judicial pidió también que se superen las discrepancias que ya han surgido en torno al Pacto por la Justicia.

Los discursos del tradicional acto de Apertura de Tribunales, a cargo del fiscal general del Estado y del presidente del Consejo General del Poder Judicial, hicieron menciones de condena de los atentados de Estados Unidos aunque el Rey se reservó el mayor énfasis en la condena del 'terrorismo ciego y devastador' y la expresión del sentimiento de dolor del pueblo español y de la Corona por unos atentados 'tan absolutamente execrables'.

Al margen del protocolo que limita la intervención del Rey a declarar abierto el año judicial, don Juan Carlos significó que unos 'acontecimientos tan dramáticos y excepcionales' como los sucedidos en Estados Unidos le obligaban a hacer una breve manifestación. Sólo en una ocasión anterior, con motivo del asesinato por ETA de la fiscal Carmen Tagle, el Rey había alterado el protocolo del acto de apertura judicial.

'El martes pasado', señaló don Juan Carlos, 'pudimos contemplar con estupor, indignación y profundo dolor los ataques terroristas sobre la población e instituciones de los Estados Unidos de América. La dimensión de esta tragedia nos ha permitido sentir en vivo la brutalidad más descarnada del terrorismo ciego y devastador y nos ha mostrado la magnitud del desafío al que nos enfrentamos en la preservación de nuestra convivencia y del orden internacional'.

El Rey abogó por la 'apertura de nuevas fórmulas de cooperación judicial entre las naciones democráticas' para garantizar 'la efectiva puesta a disposición judicial de los terroristas', y aseguró que la comunidad internacional sabrá desarrollar los cauces 'para defender la libertad, la democracia y la justicia'.

En sus respectivas intervenciones, el presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Javier Delgado, y el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, reclamaron un sistema internacional de persecución del terrorismo para que quienes lo practican 'a lo largo y ancho del mundo no encuentren en él refugio seguro'. Recordaron después a los fallecidos en el atentado de ETA contra el magistrado José Francisco Querol y el asesinato del fiscal Luis Portero.

En su discurso, el presidente del Consejo del Poder Judicial, Javier Delgado, mostró su 'profunda satisfacción' por el Pacto de Estado por la Justicia, por más que ya hayan surgido 'dificultades y discrepancias' que, en su opinión, serán superadas.

Delgado Barrio no ocultó la 'valoración muy desfavorable' que del funcionamiento de la justicia tienen los ciudadanos y que sólo es peor en Italia, Francia y Bélgica. Aunque en el año 2000 se ha alcanzado 'alguna mejoría' respecto a 1995, 'la lentitud que se nos critica', dijo, 'existe realmente'.

Delgado señaló que la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil implicará una mayor celeridad, pero explicó que la Sala Primera del Tribunal Supremo, pese a la 'profunda dedicación' de sus magistrados, no podrá resolver los asuntos pendientes si no se amplía su plantilla. También expresó su preocupación por 'algunas insuficiencias' en la dotación de equipos técnicos y de los centros de cumplimiento previstos en la nueva Ley Penal del Menor.

El fiscal del Estado, Jesús Cardenal, se pronunció abiertamente contra el 'carácter prácticamente vitalicio' de algunas jefaturas y reclamó un 'límite temporal' al ejercicio de algunos cargos'. Cardenal, que mantiene frecuentes enfrentamientos con algunos de los fiscales más antiguos del escalafón y menos afectos a su persona, insistió en que el ejercicio de 'funciones directivas' en un órgano 'esencialmente jerarquizado' no puede concebirse como una responsabilidad 'sin más referente temporal que la propia jubilación'.

En el acto se observó la ausencia en los estrados del Salón de Plenos de un número inusual de magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, la mayoría de los cuales tampoco asistió a la tradicional copa de vino que se sirve a continuación. Según fuentes del Supremo, algunas de estas ausencias fueron reflejo del malestar suscitado en la Sala de lo Penal por la sentencia del Tribunal de Conflictos de Jurisdicción sobre el caso Liaño. El conflicto de competencia fue promovido por el ministro de Justicia, Ángel Acebes, quien asiste protocolariamente a la ceremonia, aunque no interviene.