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Reportaje:

El primer día de los novatos

Casi 900.000 alumnos y 42.000 docentes comienzan el curso escolar en 1.200 centros

Madrid se despertó ayer repleto de mochilas acarreadas por niños y de niños acarreados por padres en dirección al cole. Alicia, de cuatro años, esperaba frente a la puerta del colegio Lorenzo Luzuriaga (Fuencarral-El Pardo) junto a un remolino de futuros compañeros ataviados con el uniforme para la batalla. '¿Puedo entrar ya?', preguntaba impaciente esta primeriza. Y su madre, Rosa María Blanco, la miraba con extrañeza. 'Pero, hija mía, eres más rara que un perro verde. ¿Es que no sabes que los niños normales lloran cuando van por primera vez al cole?'

Pero Alicia no. No lloraba. E incluso se mostraba más tranquila que sus padres. 'Espero que se adapte pronto al nuevo cole', aseguraba dubitativa su madre. 'Tiene la ventaja de que ha ido antes a una escuela infantil y de que tiene mucho morro. Aun así me impresiona un poco tener que dejarla en un sitio tan masivo y sobre todo el vértigo de saber que en los próximos 20 años va a tener que estar estudiando', comentaba su madre.

Pero Alicia no sólo se enfrentará a eso. También le espera un sistema educativo en el que, según dijo el consejero de Educación, Gustavo Villapalos, en la inauguración de curso en el instituto Virgen de la Paloma, uno de cada cuatro estudiantes fracasa debido a 'la desmotivación y a la falta de esfuerzo'. 'La educación no es ni mero juego ni mero entretenimiento', advirtió el consejero, rodeado de directores generales; 'leer, sólo leer materialmente, es muy difícil'. Pero Alicia, en su primer día de clase, se mantuvo ajena a las futuras exigencias de las letras.

Sin 'semana blanca'

Junto a Alicia, 882.000 alumnos comenzaron ayer la incorporación al sistema educativo, un proceso que habrá finalizado el próximo lunes con los alumnos de secundaria y bachillerato y en el que por primera vez se encuentran sin semana blanca, con clases de inglés a partir de los tres años, con una hora semanal más de lengua y matemáticas en secundaria y con la promesa de tener 50 colegios abiertos los fines de semana. 'Hoy [por ayer] comienza el curso sin ningún niño sin escolarizar', dijo un Villapalos triunfante. Un inicio de curso que -aunque comienza con 700 maestros de primaria sin estar en sus puestos, según el portavoz de Educación en la Asamblea, Adolfo Navarro, o con algunas obras sin finalizar, según los sindicatos- resultó mucho más tranquilo que el año pasado y sin incidencias reseñables.

Salvo quizás para los padres que por primera vez se enfrentaban al mismo vértigo del que hablaba la madre de Alicia. En el Lorenzo Luzuriaga una veintena de padres que dejaban por primera vez a sus hijos de tres años en centro escolar seguía con angustia las directrices de dos docentes. 'Quizás en estos días sea un poco complicado, pero se acostumbrarán pronto. Si notáis que vuestros hijos devuelven, que tienen la tripa suelta o que les pasa alguna cosa, nos pasáis una nota', decía Rosa, una de las docentes. 'Y por favor, estad puntuales para recogerles los primeros días, porque, como salen de su entorno, de su casa o de su guardería, se sienten muy solos si no estáis porque no nos conocen', continuaba.

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Los padres salieron, tras una visita guiada por el colegio en el que probablemente estarán sus hijos los próximos nueve años, repletos de dudas. '¿Hay que traer la ropa marcada?', preguntaba uno. '¿Y las niñas pueden llevar leotardos?', inquiría una madre después de que la maestra les recomendase vestirles con ropa cómoda, con la cinturilla de goma para que puedan ir fácilmente al baño. 'También tenéis que traer un equipo en una bolsa los meses de septiembre y octubre, porque, aunque controlen, con los nervios se pueden hacer pis los primeros días', avisaba la maestra.

Los profesores nuevos

Pero los padres y los niños no eran los únicos primerizos en el sistema educativo. Este año, se han incorporado 1.235 docentes a la enseñanza pública (en total, en Madrid ejercen 42.000 profesores), según los datos de la consejería. Magdalena Morgades, de 31 años y con la oposición recién aprobada, es uno de ellos. Unos profesores que, según Villapalos, van a contar con el apoyo de la Administración para superar otro de los grandes males de la comunidad educativa: la indisciplina. 'El orden es necesario para el buen funcionamiento de la comunidad escolar. No el orden cuartelario, autoritario, sino el que genera la cultura, la educación, las buenas formas', apuntó el consejero.

Pero Morgades, que será la maestra auxiliar para las aulas de infantil en el Lorenzo Luzuriaga, también vivía ajena a la advertencias de indisciplina en su primer día en este centro. 'El primer día de cole te lo tomas como una nueva experiencia. Lo afrontas con muchas ganas de aprender de los maestros que llevan más años trabajando', asegura esta mujer, que llevaba seis años rotando por la Comunidad de Madrid como interina en diversos centros.

Lejos queda su primer día de clase. 'Estaba muy asustada. Te pilla con menos experiencia y es lógico. Pero también tenía la sensación de que se me había acabado el mundo, porque mi sueño de ser maestra se había realizado', comenta esta docente, que, casi desde la edad de Alicia, tenía clara su vocación por educar a los más pequeños.

Alicia y su madre, Rosá María Blanco, a la entrada del colegio madrileño Lorenzo Luzuriaga.
Alicia y su madre, Rosá María Blanco, a la entrada del colegio madrileño Lorenzo Luzuriaga.CLAUDIO ÁLVAREZ

Las cuentas de Hacienda y Educación

El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Gustavo Villapalos, aprovechó ayer la inauguración del curso en el Instituto de la Paloma para limar las diferencias que mantiene con la Consejería de Hacienda en la distribución de 13.000 millones de pesetas procedentes del Acuerdo por la Mejora de la Educación. 'Aunque el diagnóstico de los problemas coincide, a Hacienda le tienen que cuadrar las cuentas, pero estoy seguro de que finalmente acercaremos nuestras posiciciones', manifestó. Villapalos bromeó con la posibilidad de 'vender la consejería' si su homólogo Manuel Cobo no da marcha atrás y decide finalmente destinar esa cantidad a pagar el aumento de sueldo de los docentes de enseñanza pública pactado en 1999, en vez de a los programas específicos para inmigrantes, gitanos y escolares más desfavorecidos, o al plan de formación para los profesores, tal y como quiere Educación y consta en el acuerdo firmado por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón. Entre el 15 y el 20 de octubre Villapalos se sentará con Cobo para cerrar los presupuestos de Educación para el próximo ejercicio. 'Estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo, porque la postura de Hacienda es muy favorable', auguró.

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