El PSC ofrece su apoyo a CiU para hacer frente a la 'regresión' autonómica del PP

Los socialistas están dispuestos a formar frente común con Convergència i Unió (CiU) para oponerse a la pretensión del Ministerio de Administraciones Públicas de someter a su consulta previa los proyectos de ley autonómicos. El primer secretario del PSC, José Montilla, manifestó ayer rotundamente que los socialistas 'no aceptarán una reducción del autogobierno' como la que implicaría este proyecto y ofreció al Gobierno de CiU todo su apoyo 'para evitar esta injerencia' del Gobierno central. El conseller en cap, Artur Mas, agradeció el ofrecimiento ayer mismo, pero aconsejó inmediatamente al PSC que dedique sus esfuezos a vigilar los 'tics antiautónomicos del PSOE'.

El ofrecimiento de Montilla a CiU fue realizado con cierta solemnidad en el discurso con el que abrió la escuela de verano del PSC que se celebra en La Seu d'Urgell. Encaja con la política seguida por Pasqual Maragall de elaborar lo que denomina 'propuestas catalanas' sobre las grandes cuestiones de interés estratégico que afectan al país. Así lo ha hecho en asuntos como la financiación autonómica, el tratamiento de la inmigración, la política educativa y la reforma de la organización administrativa catalana.

Montilla no debía de esperar que su propuesta obtuviera una respuesta muy positiva, porque la acompañó de una inmisericorde descripción de la política de CiU y de la 'sumisión' del nacionalismo conservador catalán al más 'rancio nacionalismo centralista español'. CiU se refugia, dijo, 'en el soberanismo de fin de semana' mientras que en el día a día no tiene reparo alguno en pactar con el nacionalismo español'.

De la sumisión del CiU al PP dará un nuevo ejemplo, aseguró Montilla, su comportamiento en la recién creada comisión de investigación parlamentaria del caso Gescartera. CiU hará de 'fiel escudero' del PP en dicha comisión para ayudarle a tapar este escándalo, adelantó, en contrapartida por el apoyo que los diputados autonómicos del PP han dado al Gobierno de CiU en el caso Turismo y el caso Pallerols.

La respuesta de Mas estuvo acorde con estos ataques. Agradeció el ofrecimiento de los socialistas, pero les aconsejó que dediquen todas sus energías y esfuerzos para convencer a sus compañeros del PSOE de que no debe aceptar las pretensiones del ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posadas. Mas calificó el proyecto como un 'despropósito' y explicó que el Gobierno catalán ha hecho saber 'claramente' al ministro que la legislación sobre cooperación autonómica 'no se puede impular sin el acuerdo de las comunidades autónomas' si lo que realmente busca es la colaboración.

Y de la misma forma que el Gobierno de CiU ha rechazado los ofrecimientos de 'propuesta catalana' realizados por el PSC en otros asuntos, respondió a la oferta de Montilla recordándole que el partido socialista 'ha tenido históricamente muchas iniciativas de este tipo' cuando estaba en el Gobierno y disponía de mayoría para aplicar otra política.

Mas afirmó que el Consell Executiu de la Generalitat 'no puede aceptar de ninguna manera' una ley que supondría someter a control 'lo que podemos hacer solos'. Por esta razón, anunció que 'no entrará en el juego' de negociar nada que suponga el establecimiento de una vigilancia sobre sus potestades.