Cooperativa Sonaja

Un grupo de profesionales del Área de Bienestar Social, con larga experiencia en el ámbito de la protección infantil y que en algún momento hemos desempeñado nuestra labor en el Centro Municipal Infantil de Primera Acogida, hemos sido testigos directos de la encomiable labor que han desempeñado durante nueve años el equipo de educadoras adscrito al centro, mediante la fórmula de contrata de servicio, pertenecientes a la cooperativa SONAJA, de las que actualmente se ha prescindido.

Este equipo de psicólogas, hace nueve años tuvieron la valentía de crear una empresa cuyo objetivo principal ha sido promover un espacio de convivencia positivo, educativo y terapéutico en el que, con buen criterio y exquisito hacer, han contribuido a que decenas de menores en situación grave de privación psicológica, emocional y física pudieran sobreponerse a sus terribles experiencias pasadas.

En esta sociedad de pretendido 'bienestar', todavía muchos menores siguen siendo víctimas de maltrato. En Málaga contamos con el Centro Municipal Infantil de Primera Acogida, recurso de gran valor social y prestigio profesional, en gran parte debido a la labor y dedicación de la cooperativa SONAJA.

Ellas han sabido dar a cada niño un tratamiento integral a sus necesidades, creando un clima de confianza, respeto a las diferencias y comprensión, proponiendo medidas educativas y terapéuticas que en muchos casos han reparado el dolor y el abandono que sentían.

Queremos que quién lea esta carta sepa que esta cooperativa ha estado dando respuestas eficaces, eficientes y, sobre todo, humanas a problemas de gran envergadura social, como los menores inmigrantes (magrebíes, subsaharianos, rusos, etcétera) desplazados de su país de origen; o niños con grave discapacidad, a los que después de su estancia en este centro la Administración no encuentra una alternativa que dé continuidad a la calidad de vida adquirida por un trato de derecho.

Los que hemos sido testigos profesionales de este buen hacer, además de haber aprendido y enriquecido nuestra tarea diaria, valoramos la constancia, tenacidad y buen desempeño de este equipo de mujeres trabajadoras y empresarias, considerándolas un modelo para el tejido empresarial malagueño.

No entendemos por qué se desperdicia a un equipo de expertas que tanto pueden aportar, sobre qué criterios se toma la decisión de prescindir de sus servicios, que, por encima de todo, en quienes más repercute es en esos menores a quienes queremos proporcionar bienestar.