España maravilla y vuelve al podio

Primero una verdadera exhibición, después un angustioso sufrimiento y, al final, la selección española se salió con la suya y se llevó la medalla de bronce, después de haber enamorado por momentos con el juego de alto voltaje con el que dejó por momentos patidifusa a la Alemania de Dirk Nowitzki. El ala-pívot alemán que ha brillado en la NBA con los Dallas Mavericks y que ha tirado del carro de la selección alemana hasta plantarla entre las cuatro mejores del Europeo, hizo todo lo que pudo, 43 puntos y 15 rebotes, pero ayer se necesitaba mucho más para derrotar al equipo español, a pesar de que en varios momentos se enredó tontamente de nuevo con la defensa en zona de su rival.

El juego fue muy abierto y el equipo español, en ese sentido, lo agradeció. Es un grupo fresco, descarado, que en el momento en que Gasol y Navarro adquieren carta de libertad en el juego de ataque anota con una facilidad pasmosa. Y eso fue lo que ocurrió especialmente en un primer tiempo en el que salieron todos los números, con aspectos tan espectaculares como los 18 puntos de Navarro en apenas 11 minutos, los siete triples anotados de 14 intentos o la apreciable aportación de Garbajosa, con ocho tantos en menos de tres minutos.

Gasol defendió a Nowitzki y al equipo español le costó entrar en materia, entre otras cosas porque Raúl López estuvo espeso y sumó muy rápido tres faltas. Los alemanes trataron de sacar partido de la altura de Bradley, el pívot de 2,30 metros de los Mavericks, pero no obtuvieron gandes beneficios debido a los excelentes porcentajes de los tiradores españoles y a las faltas que sacó Gasol bajo la zona. A España le rodó todo de cara e iniciado el tercer cuarto llegó a disponer de una ventaja de 22 tantos (64-42) que parecía dejar zanjada la lucha por subir al podio.

Los alemanes sufrieron debido a la clara superioridad de los bases y escoltas españoles, de la línea de producción de juego, en definitiva, y ello se tradujo en que perdieron en 17 ocasiones la posesión, ocho veces más que España. Pero cuando peor lo pasaba, el equipo que lidera Nowitzki se situó en una defensa zonal ante la que España se atascó y perdió su acierto en el tiro.

Imbroda recurrió a un quinteto atípico, con Navarro como base, Vázquez, que apenas ha actuado en el torneo, y Paraíso en las alas y Garbajosa junto a Gasol. Los alemanes lograron un parcial de 3-17 con el que se acercaron por vez primera en el marcador (61-69), y confirmaron el aviso situándose a tiro de piedra a falta de minuto y medio para el final (88-84). España lo pasó fatal por momentos, pero entonces el rebote ofensivo y la decisión de Navarro - que se desquitó de la mejor de las maneras de su mal partido ante Yugoslavia- Nacho Rodríguez y Gasol, que concluyó con 31 puntos y 10 rebotes, acabaron sentenciando.

España subió al podio por sexta vez en su historia y a las cuatro medallas de plata que ya había conquistado en anteriores Europeos (Ginebra 1935, Barcelona 1973, Nantes 1983 y París 1999) añadió la de bronce, que consigue por segunda vez tras la que obtuvo en Roma en 1991. El premio es un espaldarazo para una nueva generación de jugadores que promete muchas cosas y todas buenas, entre ellas repetir el oro que tantas veces ha logrado en categoría júnior y nunca en la absoluta.