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El aumento del paro en EE UU ahonda la crisis de las bolsas mundiales

Japón vuelve a situarse al borde de la recesión

Enric González

Wall Street calculaba que el desempleo estadounidense habría subido una décima en agosto, del 4,5% al 4,6%. Ayer, cuando el Departamento de Trabajo anunció que el paro había aumentado en realidad hasta el 4,9% en ese mes, las bolsas se desfondaron. El índice Dow Jones cayó el 2,39% y por momentos rondó el mínimo anual al situarse en 9.558 puntos. El Nasdaq, de valores tecnológicos, lo hizo el 1,05%.

En Europa, las repercusiones fueron inmediatas y todos los mercados de valores aceleraron su proceso de caída, que ya era importante debido al mal momento de las telecomunicaciones, la reciente revisión a la baja del crecimiento del PIB para este año por parte del FMI, el 1,25% desde el 1,9% previo, y a la caída del PIB de Japón. En unos minutos, la Bolsa de Madrid pasó de bajar cinco puntos a perder 10, el 1,89%. Al cierre, Madrid perdía el 1,99% y en la semana, que es la peor de este año, acumula un descenso del 6,57%, que para el Ibex 35 es del 7,13%. París bajaba ayer el 1,50%, Londres el 2,57% y Francfort el 2,97%.

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El consumo doméstico ha mantenido hasta ahora a la mayor economía del mundo a salvo de la recesión; el riesgo radica en la posibilidad de que el miedo a perder el puesto de trabajo cierre el bolsillo de los consumidores. Incluso la Casa Blanca, que tradicionalmente evita hacer comentarios sobre los altibajos de los mercados, se sintió obligada a intervenir. El presidente George W. Bush aseguró al país que él ya ha tomado las medidas necesarias para la recuperación económica e instó al Congreso a aprobarlas.

Duisenberg advierte

Fue una jornada negativa en todos los frentes. Los gestores de las grandes firmas inversoras llegaron a sus oficinas leyendo malas noticias sobre la economía japonesa, que se contrajo un 3,2% entre abril y junio y podría estar cayendo en su tercera recesión en 10 años, y sobre la economía europea, cuyas previsiones de crecimiento siguen reduciéndose. .

Las estadísticas publicadas por el Departamento de Trabajo reflejan que la crisis ya ha impactado de lleno en el mercado laboral. En agosto se perdieron 113.000 empleos, especialmente en el sector industrial, que lleva 13 meses en recesión. La aceleración del paro se hace evidente comparando los meses de julio, en que se destruyeron 42.000 puestos de trabajo, y agosto, en que la cifra fue casi el triple.

En agosto había 6,9 millones de personas en busca de trabajo, 1,2 millones más que un año antes. El porcentaje de la población con un empleo bajó al 63,4% del total, frente al 63,9% del mes anterior, y el problema es especialmente grave para los jóvenes. El paro juvenil (menores de 20 años) asciende ya al 16,1%. 'Si la gente sigue perdiendo el empleo, lo más probable es que el gasto de los consumidores se reduzca, y en ese caso será mucho más difícil conseguir que la economía se enderece', advirtió el mes pasado Michael Moskow, presidente de la Reserva Federal de Chicago. Los temores de la Fed se están confirmando, y puede darse por seguro (el mercado de deuda ya lo ha descontado) que en octubre se registrará un nuevo descenso en los tipos de interés. Al comenzar el año los tipos de interés estaban al 6,50% y tras siete descensos están en el 3,50%, sin que se haya apreciado efecto positivo alguno.

Banc One contribuyó a avivar el temor a un empeoramiento de la coyuntura con un estudio sobre equivalencias entre paro y recesión. Antes de que Trabajo diera a conocer sus estadísticas, Banc One anunció que había comparado los datos de los últimos 50 años y que el desempleo al inicio de las recesiones en Estados Unidos era, como promedio, del 5,1%.

El contexto internacional negativo y las cifras sobre desempleo no fueron las únicas causas de la depresión bursátil. Las empresas estadounidenses generaron su propia dosis de pesimismo. American Airlines, anunció que registraría pérdidas en el próximo trimestre; Boeing reconoció que no contaba con recibir pedidos de importancia y Morgan Stanley aconsejó a sus clientes que vendieran sus acciones; Lehman Brothers expresó por su parte algunas dudas sobre las previsiones de beneficios de AOL Time Warner, cuyos ingresos se han visto mermados por la caída del mercado publicitario.

'La economía de Estados Unidos está mucho más débil de lo que creíamos', comentó el analista Tom Van Leuven, de J.P. Morgan Securities. 'Es un desastre', dijo Scott Brown, de Raymond James & Associates. Otros optaron por el optimismo: 'La tasa de desempleo siempre alcanza su peor nivel justo antes de comenzar la recuperación; el cielo está especialmente oscuro en los instantes previos al amanecer, y esa metáfora es muy apropiada para la actual situación', declaró Ken Mayland, presidenta de ClearView Economics.

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