Aznar cita a los 97 embajadores para abordar la presidencia de la UE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, recibirá el lunes por la mañana en La Moncloa a los 97 embajadores que representan a España en el mundo, convocados en Madrid para ser instruidos durante la próxima semana sobre los objetivos y necesidades de la presidencia de la Unión Europea que España desempeñará en el primer semestre del año próximo. La reunión, que no tiene precedentes, es una iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, quien promueve una reforma modernizadora del servicio exterior español calificada por él mismo de absolutamente 'necesaria'.

Algunos de los citados mediante esta convocatoria general, bastante habitual en Alemania, Francia o el Reino Unido, se conocerán personalmente por primera vez, a pesar de su veteranía en la carrera. Son los rostros públicos actuales de un entramado organizativo que moviliza a varios miles de personas y que, según Piqué, adolece de la misma 'falta de adaptación del Ministerio de Exteriores y de los mecanismos de la diplomacia clásica' a la nueva escena internacional, que hoy detectan los países recién mencionados e incluso Estados Unidos. El desfase español se encuentra, sin embargo, agravado por las secuelas de las décadas de la dictadura.

Hay cifras que expresan ese retraso. Los 97 embajadores que se reúnen el lunes, de los que sólo uno, la ex secretaria de Comercio Elena Pisonero, embajadora ante la OCDE, es política, es decir no procedente de la carrera diplomática, encabezan 194 representaciones diplomáticas y consulares frente a las 279 de Francia o las 219 de Alemania. Lo mismo sucede si se mira al número de diplomáticos, ya que el Ministerio español de Asuntos Exteriores dispone de 697 personas en dicho cuerpo, frente a las 934 que registra Italia. La distancia es incluso mayor con respecto a algunos países más pequeños. Holanda tiene 1.000 diplomáticos y Suecia, casi 1.500.

Más ilustrativa resulta la evolución interna de la carrera. Según expuso Piqué el pasado 13 de junio en la Escuela Diplomática, donde pronunció una conferencia de la que se han obtenido estos datos, los diplomáticos españoles son hoy menos numerosos que en 1975, a pesar de que desde entonces España ha ingresado en más de 30 organismos internacionales y ha abierto 14 nuevas Embajadas. También el número de funcionarios y contratados adscritos al Ministerio de Exteriores es inferior hoy al de los años ochenta y noventa. 'Un Consulado como el de Buenos Aires, con más de 200.000 residentes y sólo tres diplomáticos y 55 personas entre funcionarios y personal contratado local, realiza un volumen de trabajo en cuanto a Registro Civil y Notaría equivalente al necesario en una ciudad como A Coruña', dijo el ministro para ilustrar la situación que lamenta.

La proximidad de la presidencia de turno europea contribuye a poner de manifiesto el lastre de estas carencias. El Ministerio sabe que tendrá que dedicar una parte del presupuesto extraordinario correspondiente a reclutar expertos y otro personal contratado indispensable para atender a la avalancha de reuniones y tareas excepcionales que se le viene encima.

Es obvio que la reunión de embajadores convocada en Madrid no servirá para subsanar la insuficiente dotación de personal ni el hecho de que la participación del Ministerio de Exteriores en los Presupuestos Generales del Estado se haya reducido desde el 0,68% que le correspondía en 1975 hasta el 0,57% de ahora. Pero su celebración sí tiene que ver con la reforma que pretende Piqué en la medida en que se propone coordinar y dar coherencia a todos los instrumentos de una diplomacia que, en un mundo unipolar, globalizado y en plena revolución tecnológica, ya no es, según el ministro, 'una atalaya para la observación y la información, sino un instrumento para la promoción de intereses'.

Con esos fines, los 97 embajadores convocados en Madrid serán recibidos por el rey Juan Carlos y escucharán, de lunes a viernes, las intervenciones que les dedicarán no sólo Aznar y Piqué, sino los ministros de Interior, Mariano Rajoy; Defensa, Federico Trillo; Ciencia y Tecnología, Anna Birulés; Cultura, Pilar del Castillo, y la comisaria europea Loyola de Palacio. Además, todos los altos cargos de Exteriores les dirigirán en reuniones técnicas.