_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pobreza intelectual

Las explicaciones ofrecidas por el presidente de la Generalitat y el consejero de Educación para justificar la decisión de excluir a los escritores catalanes y mallorquines del documento de mínimos que configura los currículos de Valenciano, Lengua y Literatura de Bachillerato y de ESO para el curso 2002-2003 oscilan entre el sarcasmo y el cinismo. Ayer mismo Eduardo Zaplana decía que 'privar el nivel de conocimiento a algún alumno, de forma intencionada o predeterminada, es una barbaridad de tal calibre que nunca acometeríamos'. Hermosas palabras si no fuera porque el borrador del documento de mínimos las desmiente con los hechos. La Consejería de Educación 'de forma intencionada y predeterminada' ha excluído a autores del calibre de Ramon Llull, Mercé Rodoreda, Eugeni d'Ors y Llorenç Villalonga del curriculo, dejando a la libre voluntad de profesores y editores la conveniencia o no de estudiarlos. El argumento con el que se completa el desafuero no es otro que el de aumentar el conocimiento de los autores valencianos. Estulticias de este calibre pueden aconsejar la conveniencia de mutilar una pierna con tal de fortalecer la musculación de la otra. Y lógica tan perversa como disparatada justificaría plenamente otro decreto de mínimos en el que para 'potenciar' a los autores españoles en castellano se dejara fuera del currículo a Vargas Llosa, García Márquez, Carlos Fuentes, PabloNeruda o Rubén Darío, entre otros. Aunque, claro está, siempre cabría la posibilidad de que los profesores y los editores tuvieran la sensibilidad que no demuestra el gobierno para explicarlos en clase.

Más información
Zaplana justifica ante el Gobierno catalán la exclusión de varios autores

Este 'proteccionismo' a la valencianía impulsado desde la voluntad política del Consell intenta encubrir un descarado interés electoral a costa de provocar un notable empobrecimiento cultural. Una política más de boina que de campanario. Una decisión que pretende que todos acabemos igualados en la indigencia intelectual de quienes han promovido este despropósito.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_