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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

El arte de escandalizar

El martes, mis 50 mejores amigas y yo fuimos al teatro Romea a la presentación del libro de Albert Boadella. Se llama Memorias de un bufón (Espasa) y en la portada hay una foto suya, con una nariz de payaso, como para recordarnos su condición de artista que se mete con todos.

No es sólo que nos interesara leer el libro, es que deseábamos ver de cerca a alguien que sigue siendo capaz de escandalizar al público, porque eso es muy difícil.

Nosotras no conocemos a nadie que se haya escandalizado por alguna obra de arte en los últimos 10 años. Y no es que nuestros conocidos sean de una pasta especial. A veces, leyendo un libro, viendo la tele, teatro, o cine, o el porno-show del Bagdad, sientes emoción, vergüenza ajena, excitación, hasta asco, pero escandalizarse es distinto. Dice Pompeu Fabra de escándalo: 'Acción que ofende la moral pública, que infama al que la hace. Ofensa causada a los sentimientos morales de la gente por una acción inmoral'. Y vean el ejemplo que pone: 'Ha abandonat la muller i els fills: quin escàndol!'.

Boadella presenta su libro de memorias. Que te consideren un 'enemigo del pueblo' es más difícil de lo que parece

Hoy, abandonar a la mujer y a los hijos no es un escándalo. Raphael canta Escándalo, que es una canción que glosa la relación de dos amantes que se encuentran por las esquinas, pero a pesar de lo que diga, tampoco lo es. A continuación les detallamos algunas manifestaciones artísticas escandalosas, a ver si a ustedes honestamente les escandalizan. Las vacas locas y similares no son arte, no cuentan.

-El rapero Eminem escandaliza por soez en Estados Unidos, pero aquí no.

-El último vídeo de la cantante Madonna, sea el que sea. Madonna ha ido cambiando la manera de escandalizar para adaptarse a los tiempos. Primero escandalizó con la religión, luego con el sexo, y ahora, como sabe que eso escandaliza poquísimo, se dedica a los vídeos violentos.

-Los dibujos animados de South Park y últimamente los de Shin Chan escandalizan a algunos padres. Lo mismo que el concursante de Gran Hermano que decía: 'Te voy a dar dos yoyas'.

-Modernizar las óperas para adaptar el argumento a nuestros días, aunque parezca mentira, es de las cosas que más escandalizan. Ya es tradicional que en Las bodas de Fígaro el personaje del Querubino sea punki, o mod, u okupa. En el último festival de Salzburgo era rapero y mascaba chicle, y hubo los clásicos abucheos del también clásico sector del público (lo llaman siempre así: 'sector del público'). También en Salzburgo se representó El murciélago, de Johan Strauss. El director hizo que el príncipe en lugar de beber champaña esnifara cocaína y, por tanto, el sector del público hizo también lo que tocaba.

En la presentación del libro de Boadella, el periodista Arcadi Espada contó que algunos le consideran 'un enemigo del pueblo' y, como acaban de ver, que te consideren eso, es más difícil de lo que parece.

Si ustedes son de los que creen que es muy agradable que exista un Boadella que se burle de Jordi Pujol, de Pasqual Maragall o de Josep Maria Flotats, porque eso no pasa en otros lugares, donde nadie se mete ni con el alcalde, estamos de acuerdo. Pero bueno, siempre tiene que haber un sector del público. Igual hasta tenemos que darle las gracias al sector del público por existir, porque permite así la existencia de alguien tan valioso como Boadella.

El libro sale en dos ediciones simultáneas; una en castellano, y la otra alternando el catalán y el castellano. El señor de la editorial Espasa dijo: 'Hoy me he encontrado con Elisenda Nadal, directora de Fotogramas, y leía la versión en catalán, y me ha dicho que casi no se ha dado cuenta de que estaba leyendo en dos versiones, catalana y castellana'. Creemos que era un elogio, pero no estamos seguras.

Boadella explicó que sobre todo ha escrito sus memorias para demostrar que no es un progre a pesar de que todos los progres le consideren de los suyos. Los del público nos reíamos, porque nosotros, claro, tampoco somos progres. No, no. Los progres siempre son los demás. Cada vez que él decía 'yo soy ácrata conservador' teníamos pequeñas convulsiones de risa cómplice, como cuando estás en un concierto y el cantante se mete con Julia García-Valdecasas, que tú te ríes más para que sepa que tú también eres de los suyos, que por la gracia del chiste.

Ésta es la grandeza de un artista, nos imaginamos. Que sin quererlo, te haga sentir que sus obras están hechas especialmente para ti, y que tú (y sólo tú) le comprendes como nadie.

Después, por sorpresa, dos actores de Els Joglars caracterizados de Pujol y de Maragall, leyeron y comentaron algunos de los fragmentos del libro que les maltratan. Lo hicieron tan bien, y lo que dijeron tenía tanta gracia, que nos reímos con ganas. 'Vosotros no habéis hecho nada por Cataluña', decía Pujol. 'Mi abuelo hizo La vaca cega', contestaba Maragall, por ejemplo. 'Pues yo hice els fets del Palau sin estar allí', replicaba Pujol. Al final acabaron cantando A media luz, aunque Pujol, en lugar de decir 'a media luz los dos', dijo: 'A media luz los tres'. '¿Por qué los tres?', preguntó Maragall. 'Hombre, ¡tú, yo y la Rahola!', contestó Pujol.

Pero si dijeron cosas tan ingeniosas, ¿por qué cuando más nos reíamos sin poderlo evitar era cuando el actor que hacía de President, tosía de esa manera que tose Pujol? ¿Hacíamos lo que debíamos, riéndonos sobre todo de la tos?

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