Principio de acuerdo entre Fecsa y el consistorio de Llagostera por la línea eléctrica de Les Gavarres

La polémica línea eléctrica de alta tensión de Les Gavarres, cuyas obras de construcción están paralizadas desde hace casi dos años en el término municipal de Llagostera (Gironès), podría seguir adelante a cambio de desandar una parte de lo andado. La compañía Fecsa-Endesa y el consistorio llegaron ayer a un principio de acuerdo que augura el principio del fin del encendido conflicto que los enfrenta. El municipio de Llagostera obtendría un trazado aéreo alternativo del tendido, que discurriría alejado de las zonas habitadas de la población y que podría estar construido antes de un año, así como garantías firmes del desmantelamiento de las obras del actual tendido.

La compañía Fecsa-Endesa, por su parte y según el principio de acuerdo, en una semana, recibiría del consistorio de Llagostera la tan ansiada licencia municipal para acabar las obras del actual trazado, que se conectaría inmediatamente y sería operativo mientras duraran las obras del nuevo. El convenio que ayer firmaron en la sede de Energía de la Generalitat el alcalde de Llagostera, el independiente Lluís Postigo, el presidente de Fecsa-Endesa, Joan Rosell, y el director general de Energía y Minas de la Generalitat, Albert Mitjà, que ha actuado como mediador en el conflicto, debe ser ratificado mañana en Llagostera por un pleno municipal extraordinario y el viernes en Barcelona por los órganos de gobierno de Fecsa. Postigo evitó ayer cualquier triunfalismo sobre el convenio y no quiso confirmar si defenderá el texto ante su equipo de gobierno.

El municipio de Llagostera se ha opuesto radicalmente a que la nueva línea de alta tensión pase cerca de las casas de la población.

La nueva línea podría estar lista antes de un año, a tenor de lo que marca el acuerdo. El Ayuntamiento de la población queda obligado por el convenio a definir de forma global un trazado alternativo en un periodo máximo de dos meses. Junto al mismo, deberá aportar también los permisos de paso de los propietarios afectados por el nuevo trazado. El consistorio ya ha hablado con los 10 propietarios, que en principio no se opondrán a la línea. El proyecto ejecutivo de la compañía deberá ser redactado y presentado ante el Departamento de Industria dentro de tres meses. El periodo de autorización de la Generalitat será de unos cuatro meses, prorrogables en caso ser preceptivas las declaraciones de impacto ambiental o de utilidad pública.

Una vez que el proyecto sea autorizado, la compañía obtendrá la licencia municipal de obras en una semana. La construcción y puesta en marcha del nuevo trazado de la línea de alta tensión no ocupará más de tres meses a la compañía. El calendario de todo el proceso se sitúa en torno a los 12 meses.

Aval bancario

En el documento, la compañía Fecsa-Endesa se compromete presentar un aval bancario por un importe de 175 millones de pesetas, cantidad en que están presupuestadas las obras de desmantelamiento y construcción del nuevo trazado, que quedará a disposición de la Dirección General de Energía y Minas, organismo autorizado para ordenar su ejecución a favor del consistorio de Llagostera en caso de que la compañía eléctrica incumpliera alguno de los acuerdos del convenio. En caso de llevarse a cabo el acuerdo, sería la primera vez que la compañía eléctrica Fecsa-Endesa desmantela parte de un nuevo tendido a causa de la presión de un consistorio.

Las partes negociadoras acordaron crear una comisión de trabajo para seguir la evolución y el cumplimiento de los pactos en los que estarán representados la Generalitat, la compañía eléctrica y el consistorio.

Albert Mitjà destacó ayer el esfuerzo que han hecho las dos partes en litigio para llegar a un acuerdo, así como 'la voluntad de la Generalitat para reconducir los intereses particulares hacia la defensa del interés general'. En caso de no llegar a un acuerdo, el Departamento de Industria estaría dispuesto a imponer, a través del Consell Executiu de la Generalitat, un trazado a través de la modificación del planeamiento urbanístico del municipio.

El acuerdo permitiría concluir una línea que empezó a planificarse hace unos 10 años y cuya construcción podría haber finalizado hace unos dos o tres. El tendido de Les Gavarres debe solucionar las carencias energéticas del centro de la Costa Brava, donde la precariedad de las líneas eléctricas pone en riesgo de apagón, según datos de la compañía eléctrica, a unos 80.000 usuarios.