Democracia vasca
Tres ediles de Irurtzun, miembros del partido regionalista Unión del Pueblo Navarro (UPN), han presentado su dimisión un día después de que lo hiciera en la localidad de Villava, próxima a Pamplona, un corporativo del mismo partido cuyo negocio familiar fue recientemente atacado por los que se dedican al vandalismo callejero en el País Vasco y Navarra. El asesinato, el 14 de julio, de José Javier Mújica, concejal de UPN en Leitza (Navarra), ha planteado en este territorio, con la misma crudeza que antes en Guipúzcoa, la realidad de las limitaciones impuestas por el terrorismo al funcionamiento de las instituciones democráticas. Mientras no sea posible defender unas determinadas ideas políticas democráticas sin que ello implique el riesgo de ser convertido en víctima, no existirá igualdad de oportunidades en la política vasca.
Ayer se cumplió un año del asesinato de Manuel Indiano, concejal del PP en Zumárraga (Guipúzcoa). Fue acribillado en el interior de la tienda de golosinas con la que se ganaba la vida. Hoy es el día en que su plaza no ha podido ser cubierta. Él mismo era el sexto de la lista del PP en la localidad: los tres anteriores habían renunciado. Zumárraga, localidad de 11.000 habitantes, tuvo alcalde socialista entre 1995 y 1999. Ese año el PSOE perdió, por 235 votos, la primera posición en favor de la coalición PNV-EA. Tras los atentados contra ediles socialistas de los primeros meses del año, y de las medidas obligatorias de seguridad ordenadas por su partido, los cinco concejales del PSOE dimitieron, y hasta el momento no han sido sustituidos. Así pues, en el Ayuntamiento de un pueblo en el que el PSOE era hasta hace poco la primera fuerza, no queda actualmente ningún representante de ese partido; y uno de los dos del PP fue asesinado.
Dentro de dos años hay elecciones municipales. Es muy probable que en muchas localidades vascas PP y PSOE no puedan completar candidaturas. Que se necesite virtudes cívicas en grado de heroísmo para ser candidato revela que existe un problema democrático gravísimo, cuya solución debería ser la preocupación esencial de los actuales gobernantes de Euskadi (y de Navarra). Frente a la evidencia de que no todos los ciudadanos tienen la misma libertad para defender sus ideas, resultan ofensivas las declaraciones de algunos dirigentes nacionalistas que hablan de 'déficit democrático' porque no se plantea una consulta sobre la autodeterminación.
Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna, expresó ayer su tristeza por las dimisiones de concejales de partidos no nacionalistas amenazados por ETA, pero las consideró 'fruto y consecuencia de un clima de conflicto político'. Conflictos políticos los hay en muchas partes, pero sólo los fanáticos consideran que la forma de resolverlos es matar a los que no piensan como ellos.
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