Detenidos dos de los cinco atracadores que hirieron a dos empleados de un 'súper'

La policía detuvo ayer tarde en Málaga a dos de los cinco individuos que por la mañana habían atracado un supermercado en la barriada malagueña de Miraflores de los Ángeles. Dos trabajadores resultaron heridos en este atraco en el que los asaltantes se llevaron un botín de 2,6 millones de pesetas, parte del cual ha recuperado la policía. Ambos empleados fueron dados de alta por la tarde, aunque uno de ellos, Enrique P. M., de 27 años, tal vez tenga que ser operado ya que sufre rotura de la mandíbula inferior a causa de las patadas propinadas por los ladrones. El otro, Juan B.R., de 49 años, recibió cortes en el cuello y la mano, aunque las lesiones no resultaron graves. Por el momento, no hay detenciones.

Todo ocurrió en cuestión de minutos. En un recodo sin salida pegado al supermercado Consum de la calle Arturo Reyes de la capital malagueña, cuatro atracadores esperaban a que el personal subiera las persianas metálicas. Un quinto cómplice aguardaba cerca de allí en un Opel Corsa color blanco. Sobre las 7.50, el establecimiento aún estaba cerrado al público, pero en su interior ya había nueve trabajadores reponiendo mercadería. Fue entonces cuando los cacos decidieron actuar. Se colocaron guantes y pasamontañas, levantaron una persiana que estaba por la mitad e irrumpieron en el local ordenando a los empleados se echaran al suelo.

Los atracadores no dudaron en usar la fuerza Para conseguir el botín. Además de herir con un machete a Juan, el carnicero; y de patear en la cara a Enrique, el pescadero; golpearon a otra empleada que no tuvo que ser hospitalizada; y amenazaron a la encargada con una navaja para que los condujera hasta la caja fuerte. Según trascendió, los asaltantes se llevaron un jugoso botín ya que la recaudación del sábado no había sido retirada. Tras hacerse con el dinero, los cuatro salieron a la carrera y huyeron en el vehículo que les estaba esperando.

El establecimiento no abrió hasta pasadas las 11.15. A esa hora, una vecina que se acercó a hacer la compra comentó que se percató del robo porque escuchó 'los chillidos de los trabajadores', vio a unos hombres que sacaban 'unas bolsas de plástico' y oyó que alguien gritaba que había cogido la matrícula del coche en el que escapaban. Otra mujer añadió que los empleados le comentaron que todos 'eran muy agresivos', jóvenes y que tenían acento español. Responsables de la empresa impidieron que los trabajadores explicaran a los periodistas lo sucedido y se limitaron a manifestar que presentarían la correspondiente denuncia ante la policía. 'Estamos aquí para dar ánimo a los empleados, es un hecho lamentable y colaboraremos con las autoridades para que se esclarezca', apuntó un portavoz de la cadena de supermercados.

Sobre el mediodía, el establecimiento recuperó la normalidad, aunque los ojos de alguna empleada delataban que había estado llorando y los clientes preguntaban más por la salud de los trabajadores heridos que por las ofertas del día.