Vecinos de Urbanova denuncian que el tráfico de L'Altet vulnera la zona de seguridad y amenaza su integridad
El tráfico del aeropuerto de L'Altet supera, semana tras semana, su récord de vuelos. Ayer, el listón se elevo hasta los 301. Esta excelente estadística para la terminal aeroportuaria alicantina repercute, sin embargo, negativamente en el devenir cotidiano de los vecinos de la zona residencial de Urbanova, núcleo levantado al sur de la playa de Alicante y zona de paso obligada de las aeronaves que aterrizan o despegan en L'Altet. Estos residentes (unos 10.000 en agosto y unos 1.500 durante el resto del año) se han acostumbrado a vivir bajo un cielo atronador. No obstante, a la inevitable contaminación acústica que les envuelve, los vecinos añaden ahora otra denuncia: el potencial riesgo que para su integridad física supone el hecho de que las aeronaves sobrevuelen a escasa distancia de las terrazas de las torres de apartamentos.
Los vecinos aseguran que en los últimos meses los aviones que despegan de L'Altet no respetan el pasillo aéreo de seguridad establecido (una zona del espacio aéreo fuera del casco urbano del núcleo residencial). 'Es evidente, con tan sólo mirar al cielo, que los aviones pasan por encima de nuestros tejados, cuando tenían que salir al espacio abierto por el pasillo de seguridad', comentó Francisco Caballero, un residente. 'Quizás lo hagan para ganar tiempo y dinero, pero están causando un desasosiego entre los vecinos que temen que algún día se registre un trágico suceso', añadió.
La Coordinadora de Vecinos de Urbanova celebró ayer una reunión para adoptar medidas ante este peligro potencial que, según ellos, se cierne sobre sus cabezas. Los vecinos subrayaron que acudirán a los tribunales, si el aeropuertio no atiende su demanda. 'Hemos denunciado los hechos a la dirección del aeropuerto y hemos solicitado que se sancione a los pilotos que no respeten la zona de seguridad', señaló Norberto Uroz, secretario de la Coordinadora de Vecinos. 'La dirección se comprometió a reunirse con nosotros, pero todavía no nos ha citado. Quizás esperen a que pase agosto y haya menos gente en la urbanización y menos tráfico aéreo', añadió.La dirección del aeropuerto de L'Altet aseguró ayer que la denuncia de los vecinos de Urbanova sobre la supuesta vulneración de la zona de seguridad de las aeronaves que despegan de la terminal alicantina no es de su competencia. 'La competencia sobre las aproximaciones de los aviones a núcleos urbanos en los despegues corresponde a la dirección regional de Navegación Aérea', señalaron fuentes oficiales de L'Altet. 'La dirección del aeropuerto ha cumplido escrupulosamente con su obligación, es decir, dar traslado, por escrito y por la vía de urgencia, de la queja de los vecinos a la dirección regional de Navegación Aérea. Es este departamento el que tiene que convocarlos y aportar las soluciones', añadieron.
El aeropuerto de L'Altet subraya la periodicidad de las quejas de los vecinos por las molestias que les causa el tráfico aéreo, pero hace hincapié en que la terminal es anterior a la construcción de las viviendas. Los vecinos, por su parte, responden que son conscientes de esta realidad y, por ende, que han de convivir con la contaminación acústica, 'pero no estamos dispuestos a hacerlo con otros peligros añadidos, que sí se pueden evitar, si los aviones despegan por el pasillo aéreo establecido, y no por encima de las casas', precisa un residente.
Por otra parte, en la citada reunión de la coordinadora de vecinos, los residentes en Urbanova debatieron otro problema medioambiental que se les avecina: la potencial contaminación medioambiental que se puede derivar de la puesta en marcha de una planta desaladora en la zona de Agua Amarga.
Los vecinos critican que la instalación, cuyas obras todavía no han comenzado, carece de estudios rigurosos de impacto ambiental, especialmente sobre el ya degradado hábitat marino de la bahía de Alicante. 'Exigimos que la Consejería de Medio Ambiente aclare el posible impacto ambiental que conllevará la desaladora, de lo contrario nos opondremos a su instalación', aseguró el secretario de la coordinadora vecinal alicantina.
Las sospechas de los vecinos sobre los efectos de los vertidos de la desaladora están avaladas por un biólogo del Instituto de Ecología del Litoral de El Campello, quien sostiene que la planta desaladora 'dañará el hábitat marino de la zona'.
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