Arte de toros en tres hoteles
En esta Semana Grande bilbaína la profusión de exposiciones de tema taurino es numerosísima. Se muestran en tres hoteles. Las técnicas son diversas. Van desde los óleos -lo más-, hasta los temples al huevo sobre tablas, pasando por aguafuertes e incluso hay esculturas de bronce.
En el Hotel Ercilla destacan los óleos de Tomás Ondarra. Sus colores oscuros acentúan el sentido dramático de la fiesta brava, en tanto la distorsión de los cuerpos de los toreros buscan el choque impactante. Interesante las fotografías del francés Jean Capdeville, en especial el montaje de seis fotos de variedad instantánea.
En el Hotel Carlton se alza poderoso en el tema el veterano y especialista en escenas de toros Luis García Campos. Inmerso en una paleta en grises, en esta ocasión sus óleos tienden a la nota pequeña. En un salón casi contiguo la alemana Elke Daemmrich presenta unos óleos muy coloristas y barrocos, que parecen surgir del expresionismo alemán, con alusiones a Marc Chagall y Klimt. En la parte baja de ese mismo hotel, Juan Humaran pretexta mostrar algunos maletillas para que centremos la mirada en los temas de viejos campesinos. Jesús Chertudi se maneja mejor con los toros a campo abierto que al tratar el mundo de los toreros.
Lo que se presenta en el Hotel Indautxu abona de todo entre los artistas que exponen. Cristina Amann y Carmen Azkunaga dejan ver sus primeros pinitos. Begoña Rodrigo ha pintado un retrato de Finito de Córdoba, aceptable la parte de su rostro y algo indeterminado el vestido y el capote de paseo. De las esculturas de Urlaiz se desprende una cierta confusión en los relieves.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.