Llagostera estudia una nueva alternativa de Fecsa para la línea de Les Gavarres

El alcalde de Llagostera someterá la propuesta a la valoración del equipo de gobierno de su municipio. Las tres partes, que coincidieron en la firme voluntad de llegar finalmente a una solución negociada, acordaron reunirse de nuevo el próximo lunes 3 de septiembre, fecha en la que podría ponerse punto final a un conflicto que tuvo su origen hace más de 10 años, cuando se tomó la decisión de construir una línea entre Juià y Castell d'Aro que pudiera hacer frente a las carencias energéticas del centro de la Costa Brava.

Albert Mitjà, en un papel de mediador que la Generalitat no ha adoptado hasta la recta final del conflicto, emplazó a ambas partes a ceder y a abandonar posturas radicales en aras de 'un bien común superior'. Durante la rueda de prensa que siguió a la reunión, Mitjà, no obvió que la Generalitat está tramitando un procedimiento administrativo alternativo por el cual se obligaría al Ayuntamiento a aceptar el trazado de la línea, pasando por encima del plan urbanístico municipal.

El director general de Energía piensa que no será necesario forzar el asunto hasta este punto. La presión de esta tramitación se ve contrarrestada por la resolución judicial que permitiría al consistorio derribar las torres eléctricas de su término municipal y también por el apoyo popular con que, según el alcalde, cuenta la resistencia numantina de Llagostera. 'A pesar de que tenemos a la opinión pública a favor, no pensamos enrocarnos y deseamos llegar a una solución consensuada', dijo ayer Postigo.

Joan Rosell admitió que no se han producido los alarmistas cortes de luz pronosticados por la compañía antes de la campaña veraniega, pero lo atribuyó a las condiciones metereológicas. Rosell explicó que durante los viernes y sábados de finales de julio y mediados de agosto la temperatura no ha sido muy elevada. La compañía eléctrica siempre ha mantenido que las dos líneas que actualmente abastecen la Costa Brava suman unos 180 megawatios, mientras que el consumo se dispara en algunas horas punta del verano hasta los 200 megawatios.

La debilidad de la línea actual ante el incremento de consumo o ante una avería podría conducir a un colapso que afectaría a unos 80.000 usuarios, según la compañía eléctrica. Rosell explicó que el plan de emergencia diseñado para hacer frente a estos imprevistos se puso en marcha durante cinco días de verano, durante los cuales se conectaron entre ocho y diez generadores alternativos.

Mitjà recordó que la Generalitat decretó la utilidad pública de la línea en marzo de 1998 y que ya va siendo hora de encontrar 'una solución definitiva desde el punto de vista del usuario'.

Joan Rosell explicó que la construcción de una línea alternativa no es una simple cuestión de dinero, sino que tiene que ver con asuntos técnicos.