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Reportaje:

'Sólo Ana sabe lo que pasó'

Continúa en estado grave la mujer que sufrió quemaduras en el 30% de su cuerpo por la broma de un compañero

Un halo de misterio rodea el drama de Ana R. M., una mujer de 38 años que permanece ingresada en el hospital La Paz tras ser objeto de la supuesta broma de un compañero de trabajo el pasado viernes, que le causó quemaduras de primer y segundo grado en el 30% de su cuerpo, según informó la Jefatura Superior de Policía. 'Sólo Ana sabe lo que pasó', decían ayer compungidos los familiares de la mujer, que se encuentra en la unidad de quemados. Ninguno de ellos tenía una versión clara de lo sucedido, y todos rehusaron hacer declaraciones.

Ana es empleada de la óptica Megavisión, situada en el centro comercial Hipercor del Campo de las Naciones, en Madrid. El pasado viernes, poco después de las siete de la tarde, J. J. A. R., de 26 años, compañero de trabajo de Ana, tomó un frasco de alcohol, utilizado con frecuencia para limpiar el cristal de las gafas, con la intención de quemar un poco del líquido inflamable con un mechero, pensando que, al hacerlo, saldría un pequeño hilo de fuego.

Pero no fue así. Al parecer, cuando el joven apretó el bote salió mucha cantidad de líquido y cayó encima de Ana, prendiendo su ropa. Supuestamente la tapa del bote estaba rota, según la versión que ofrecieron tanto la Jefatura Superior de Policía como los sanitarios del Samur que se personaron en el lugar.

Sin embargo, los familiares de Ana dudaban ayer de esa versión, aunque no se atrevieron a concretrar la suya. 'Nosotros no sabemos nada porque nadie nos lo ha dicho. La única que lo sabe es ella. Ana será quien lo pueda explicar. Ahora lo único que nos preocupa es ella', explicaron.

En la óptica donde trabaja Ana también se instaló el silencio. Un empleado de esa oficina señaló que nadie 'estaba autorizado' para relatar lo sucedido la tarde del pasado viernes. 'Yo no voy a decir nada. No puedo', declaró, con voz nerviosa, un trabajador del local. Y otra empleada, en tono agresivo, también se negó a explicar lo sucedido. 'No sé cómo se han enterado, pero aquí no hay ningún responsable y ninguno de nosotros va a hablar', dijo.

'Accidente laboral'

El jefe de administración del centro comercial donde está ubicada la óptica, Alberto Serrat, señaló el pasado sábado que las quemaduras sufridas por Ana se habían producido a causa de un 'accidente laboral'. 'Dudo mucho que haya sido una chiquillada de un compañero de trabajo', afirmó.

La explicación técnica de Serrat -aunque dijo desconocer las condiciones exactas del accidente- fue que las heridas pudieron haber sido ocasionadas por la llama producida al entrar en contacto con el alcohol vertido con un aparato calentador que los ópticos usan para moldear las monturas de las gafas. En aquel momento los responsables del centro comercial restaron importancia a las quemaduras de la empleada. 'No ha sido muy grave, creo que tiene el 15% de su cuerpo quemado', aventuró Serrat.

Tras el accidente, la policía detuvo a J. J. A. R., el compañero de la víctima, y lo trasladó hasta las dependencias de la comisaría de Hortaleza. Allí prestó declaración y después pasó a disposición judicial. Las diligencias de este caso ya se hallan en un juzgado.

Ana R. M. ingresó en el hospital La Paz el viernes por la noche. Permanece sola en la habitación 401 de la unidad de quemados y sus familiares pueden verla a través de un cristal. Ayer permanecía insconsciente. Un portavoz del hospital explicó que, en efecto, la paciente tiene quemaduras en el 30% de su cuerpo, está con respiración asistida y requiere ventilación mecánica. Su pronóstico es grave. En el parte médico inicial que facilitaron los sanitarios del Samur se establecía que Ana tiene quemaduras en la cara, el cuello, el tórax y las extremidades superiores.

Los familiares manifestaron ayer que se encontraban a la espera de un diagnóstico médico que les permitiera obtener una idea más clara del estado de Ana.

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