Bush el ogro

(...) si a los europeos se les hubiera permitido votar en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2000, el antiguo vicepresidente, Al Gore, las hubiera ganado de sobra. (...) Ésa es la conclusión que cabe extraer de los resultados de un reciente sondeo de opinión sobre el presidente George W. Bush entre británicos, italianos, alemanes y franceses. (...)

En cierto sentido, los europeos rinden a EE UU una especie de homenaje al expresar esas opiniones. (...) Lo que hace, dice y piensa un presidente estadounidense afecta a los europeos de un modo en el que pocas decisiones de un líder europeo podrían influir jamás en Estados Unidos. Por tanto, es natural (...) que los europeos adopten una opinión -incluso sesgada- respecto al presidente estadounidense.

Sin embargo, las noticias no tienen por qué ser todas malas para Bush. En primer lugar, como han observado varios comentaristas, es tradicional que, al principio, a los europeos no les gusten los nuevos presidentes de EE UU y que sólo mejoren gradualmente su disposición hacia ellos (...) En segundo lugar, incluso aunque los europeos expresen una opinión tan sombría respecto a Bush, durante varios años la orientación general de la política europea se ha ido desplazando hacia la derecha. (...) Finalmente, aunque puede que a algunos no les guste Bush, no parece que eso se refleje en su opinión de Estados Unidos. (...) Aun así, la mala puntuación del presidente Bush en Europa debería ser una fuente de preocupación a ambos lados del Atlántico. (...)

Bruselas, 17 de agosto