EL MAYORDOMO DE LADY DI IRÁ A JUICIO POR ROBO A LA PRINCESA
La princesa de Gales lo describió como 'mi roca', la reina Isabel lo condecoró por sus servicios a la familia real, pero la policía británica acusa a Paul Burrell, mayordomo de Lady Diana, de ser un ladrón de alta alcurnia.
De 42 años y padre de dos hijos, el acusado negó ayer tres delitos de hurto, de objetos y recuerdos personales con un valor estimado por encima de los 1.000 millones de pesetas. Burrell fue detenido el pasado mes de enero como sospechoso del mismo robo, pero al poco tiempo fue puesto en libertad bajo fianza. Ahora, tras un segundo interrogatorio en una comisaría londinense, se ha informado de que debería comparecer ante el tribunal para responder del robo cometido en junio de 1998 en el palacio de Kensington, la que fuera residencia oficial de Diana de Gales, ex esposa del príncipe Carlos, fallecida en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.
Entre los 315 artículos robados aparecen fotografías y cartas personales de la difunta princesa, un látigo estilo Indiana Jones que pertenecía a Carlos, el heredero de la Corona, y retratos del príncipe Guillermo posando con las modelos Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Christy Turlington. Todos ellos se descubrieron con otros recuerdos de la herencia de Diana -como discos, ropa de diseño, bolsos, cuadernos...- en cajas embaladas en el desván de la familia Burrell.
La defensa niega los cargos y alega que no se trata de un robo, sino de un gesto de la princesa hacia su más cercano confidente en la última década de su turbulenta vida. El abogado de Burrell, Andrew Shaw, afirmó en un comunicado que éste 'niega totalmente totalmente todos los cargos que se le imputan', informa la agencia Efe.
Los portavoces de los palacios de Buckingham y de San Jaime, residencia oficial del príncipe de Gales, han preferido no hacer declaraciones acerca de la lealtad de Paul Burrell. Se han limitado a decir que el asunto es cosa de la policía.
Libertad provisional
El mayordomo quedó en libertad provisional a la espera de una nueva comparecencia, pero a punto estuvo de ser agredido por un joven enfurecido que le aguardaba a la salida del tribunal. La policía tuvo que intervenir y el agresor terminó la jornada en comisaría.
Otro sirviente de los Windsor también está en libertad provisional acusado, en esta ocasión, de robar un par de broches del joyero de la princesa Margarita. ¿Confusión, descuido o avaricia?
