Expertos de BMW al rescate del sector
Cuando General Motors, propietaria de Opel, decidió poner fin a la crisis en su filial europea, contrató como presidente a un veterano de la rival BMW, Carl-Peter Forster, con la esperanza de que trasladara el éxito del fabricante de coches de lujo a la deficitaria Opel. Tras sólo cuatro meses en el cargo, Forster tiene preparado un plan de emergencia con el que pretende devolver a Opel a los beneficios en 2003, tras perder el año pasado 71.035 millones de pesetas.
El éxito de BMW ha convertido a sus directivos en los fichajes más deseados en el sector del motor, quizás porque, mientras la industria padece una caída generalizada de las ventas, BMW incrementó sus beneficios netos un 192% en el primer semestre del año.
Rivales como Ford, General Motors y Volkswagen han contratado a empleados forjados bajo la doctrina BMW para trasladar su exclusiva filosofía a los grandes mercados. Bernd Pischetsrieder, ex presidente de BMW, fue contratado el año pasado por Volkswagen para dirigir Seat. Otro ex directivo, Wolfgang Reitzle, es responsable ahora de las marcas Jaguar, Volvo, Land Rover, Lincoln y Aston Martin, que comercializa la estadounidense Ford. El último fichaje fue el de Forster que, antes de presidente de Opel, trabajaba en BMW como jefe de producción.
La influencia de la filosofía de BMW es conocida en la industria, que se pregunta, sin embargo, el porqué de este aparente éxodo. Todo apunta a que la huida de directivos se debe a la mala actuación de BMW en la venta de la británica Rover, que le costó a BMW miles de millones de dólares en pérdidas.
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