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Reportaje:

Fallece en Mallorca el rey del pelotazo a la australiana

Christopher Skase fue el fugitivo más buscado por la justicia de Australia

Desde que hace 10 años el multimillonario Christopher Skase, fallecido el domingo en Mallorca, huyó de Australia dejando a su grupo de comunicación y de inversiones turísticas en la bancarrota, ha sido el fugitivo más buscado por la justicia de este país en toda su historia. El rey del pelotazo a la australiana se refugió en España en 1991 dejando un agujero de 150.000 millones de pesetas en su empresa Quintex y una deuda de 17.200 millones con los inversores.

Christopher Skase nació en Melbourne hace 52 años. Hijo de una familia adinerada, empezó trabajando como periodista financiero. Su pasión por el periodismo duró poco. En cambio, inició una carrera fulgurante como especulador. En 1977 compró parte de las acciones de la compañía minera Quintex, de Tasmania. Al cabo de pocos meses se convirtió en su presidente y la transformó en un gran grupo de comunicación. Desde ella realizó inversiones en el sector turístico. En 1982, Quintex adquirió la cadena televisiva TV-QO de Brisbane. En 1987 compró Channel 7, la cadena de televisión privada con más mercado en Australia.

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Sus negocios marchaban aparentemente viento en popa y su ritmo de vida también: yate, jet privado, colecciones de arte y mansiones en todo el mundo. Eran los ochenta y Skase era la encarnación del empresario de éxito. También fue presidente de Mirage Resort Trust, grupo de empresas con inversiones en la Gold Coast, el equivalente a la Costa del Sol. Pero un primer revés abrió una vía de agua en su nave: no pudo efectuar parte de los pagos por la compra de Channel 7. Pero, en una carrera hacia delante, anunció la compra de los estudios MGM United Artist en Hollywood, pero no pudo hacer frente a un solo pago, en febrero de 1989.

Fue el principio de su fin: a finales del mismo año, Skase dimitió como presidente de Quintex y se trasladó a España, a su mansión de Port Andratx en Mallorca. Regresó a Australia un par de veces para enfrentarse a algunos de los 32 cargos que se le imputaban. En 1991 huyó definitivamente dejando a miles de pequeños inversores arruinados, en el mayor escándalo financiero en la historia de este país.

En las primeras horas después de su muerte, su hermana Amanda y su actual esposa Pixie han expresado su enfado con los australianos porque, en su gran mayoría, creían que su enfermedad era una estrategia para eludir la acción de la justicia. Su ex abogado Peter Burten ha manifestado que 'Skase fue un visionario'. Pero para la mayoría de australianos no ha sido más que un vulgar villano y un cobarde.

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