Mercedes Ferrer, Loquillo y Ariel Rot celebran las fiestas más castizas del centro
- Verano a cubierto. La plaza de toros de Leganés, conocida como La Cubierta por las posibilidades de cierre que tiene su estructura superior, quiere permanecer activa también en verano y ha programado para estos días las actuaciones de Raúl, Aute y Revólver, tres artistas de marcados estilos distintos. El más veterano, Luis Eduardo Aute, combina este verano sus actuaciones en solitario con sus canciones de siempre, recientemente revitalizadas por el homenaje que otros artistas le han hecho, con su presencia en Giraluna, el espectáculo que le lleva a él, a la cantante Mónica Molina y al cantaor José Mercé por toda España y que presentarán en septiembre en Las Ventas. Carlos Goñi, al frente de Revólver, mostrará su personal manera de españolizar el rock americano en el que se inspira y el cantante Raúl quiere hacer ver que lo suyo no fue flor de un día, como se vaticinó el pasado verano cuando arrasó con Sueño su boca.
- Baile para todos. El centro de Madrid bulle con las celebraciones en torno a San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma. Lavapiés, el Rastro o Las Vistillas acogen en diversos escenarios un plantel de actuaciones que pasan por el chotis castizo de Eva y Su Madrid o las sentidas canciones de Mercedes Ferrer. Habrá también rock clásico con Loquillo, de corte mestizo con Guerrilla Gorila o inspirado en Rolling Stones como el de Ariel Rot. La Fundación Tony Manero pone el disparate festivo con su recreación de los años setenta y su sonido discoteca.
- El sabor de lo latino. Durante todo agosto, la agrupación Habana Abierta servirá de plataforma de lanzamiento individual de sus propios componentes. Todos los martes, por Suristán irán pasando algunos de sus miembros mostrando lo que hacen fuera del grupo, aunque apoyados por él. Esta semana le toca a Boris Larramendi.
Cuba suena también en Típico Oriental, una veterana formación que pasa el verano en Madrid a vueltas con Matilda, su reciente y sabroso disco. El guitarrista brasileño afincado desde hace más de tres décadas en la capital, Jayme Marqués, está cinco días en Clamores dedicado a la bossa y al jazz/funk, estilos en los que está considerado un auténtico maestro entre los aficionados de Europa. Una veneración que contrasta con lo desconocido que es en su país y lo escasamente reconocido que es en España, país que siente suyo.
Lo latino también está presente en la batería de Guillermo McGill, que con su sexteto se pasa la semana en el Central; y en Café Quijano, un grupo familiar que ya se ha asentado entre los habituales de los primeros puestos de las listas. La Taberna de Buda es el disco que este año les ha vuelto a poner ahí arriba.
- De otras raíces. Algo de flamenco suena en la guitarra de Antonio Toledo, y mucho ocupa los pies del bailaor José Carmona. Lo celta se manifiesta en Merle Feeney y la raíz del blues la buscan Red House, Pericles y New Bourbon Band, y hasta The Crazy Rhythm Boys, aunque éstos tiran también hacia el rockabilly y el rock and roll clásico de los cincuenta. En el soul bucean Capitán Soul y Watch Out, mientras que Mama África y Misho unen el continente africano con sonoridades asiáticas. Nauta, antes Paco Bello, sigue la senda renovada de los cantautores.
- Festival en la sierra. Por tercer año se celebra en Alpedrete un festival que quiere llamar la atención sobre el mimo con el que hay que tratar a toda la sierra, más amenazada que nunca en el estío. El Festidrete 2001, como se llama el encuentro, cuenta con el soukus, una suerte de rumba zaireña, de Afrika Lisanga; el mestizaje de SUR, S.A.; el ska de Ministers y el jazz de Dobra Group.
