El Gobierno dice que no podía prohibir la marcha xenófoba de Cuenca

El Gobierno ha decidido apoyar la actuación del subdelegado en Cuenca, Pedro Horrillo, que permitió una concentración xenófoba de un grupo de extrema derecha en el pueblo de Las Pedroñeras. El portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas, aseguró ayer que no se tomará ninguna medida contra Horrillo -los socialistas e Izquierda Unida pedían su destitución-. El argumento que utilizó consiste en que Democracia Nacional, el grupo que organizaba el acto, 'es un partido legal'. Cabanillas lamentó el 'triste espectáculo xenófobo', pero descartó cualquier tipo de iniciativa gubernamental.

'El Gobierno no tiene intención de tomar medida alguna contra el subdelegado en Cuenca'. Con esta contundente frase, el portavoz quiso dejar claro el apoyo del Ejecutivo a su máximo representante en esa provincia. Cabanillas eximió de cualquier tipo de responabilidad a Pedro Horrillo. Y el lacónico argumento que utilizó es que la manifestación se había convocado como un acto para explicar su postura 'sobre la inmigración' por 'un partido que es legal'. La tesis del portavoz es que sólo después, ese acto se transformó en una 'lamentable manifestación xenófoba'.

'Partido legal'

Sin embargo, el acto, aunque fuera convocado por un 'partido legal', según el ministro, tenía el lema de 'Los españoles primero ¡Alto a la invasión!'. No sólo eso. El grupo Democracia Nacional, que se define en su página web como 'amigo del Frente Nacional' francés, declarado grupo de extrema derecha xenófobo, no ha ocultado nunca sus intenciones de trabajar para que expulsen a todos los inmigrantes que, según ellos, quitan el trabajo a los españoles.

Tanto es así que, otro representantes gubernamental, el delegado en Murcia, decidió el pasado abril prohibir una manifestación de este mismo grupo convocada en Torre Pacheco, un pueblo donde la presencia de extranjeros es muy fuerte, como en Las Pedroñeras. El portavoz, a pesar de todo ello y de estos precedentes, sostuvo que ese acto era perfectamente legal y que por tanto el delegado actuó bien al no impedirlo.

La oposición, que se mostró muy dura con la actitud del subdelegado, entiende por contra que ese 'triste espectáculo' del que hablaba Cabanillas se podía haber evitado de una forma muy sencilla y también legal: impidiendo el acto.

En cualquier caso, Cabanillas se mostró muy satisfecho del resultado de la convocatoria, ya que la escasez de militantes de Democracia Nacional presentes -una quincena- y los poquísimos vecinos que les jalearon demuestran 'afortunadamente', 'el rechazo que existe no solamente en Cuenca, sino en toda la sociedad española contra ese tipo de actuaciones'.