Pujol acentúa sus diferencias con Aznar para minimizar la alianza entre CiU y PP

Aznar y Pujol revalidaron el martes con un almuerzo en La Moncloa el pacto de estabilidad que PP y CiU mantienen en Cataluña y, al tiempo, la colaboración que los nacionalistas prestan a los conservadores en el Congreso de los Diputados. Pero el presidente catalán, en su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación, se mostró cauto en revelar detalles de la entrevista, sobre todo en materia de política europea, española o económica, donde la coincidencia entre ambas formaciones es plena. Sin embargo, no tuvo ningún reparo en especificar lo tratado en cuanto a política autonómica y subrayar la nula voluntad de los conservadores en incrementar el techo competencial de Cataluña debido, comentó, a la diferente concepción de España que tienen el PP y CiU: el Estado-nación frente al Estado plurinacional. 'Es una larga batalla', remachó.

Para ejemplificarlo, Pujol no tuvo ningún reparo en nombrar a sus homólogos del PNV, a quienes, según el presidente de la Generalitat, se les niega cualquier avance competencial con el argumento de que rebasan la Constitución y el Estatuto. 'A nosotros', añadió, 'también se nos cierran en banda y eso que planteamos nuestras demandas de autogobierno dentro del Estatuto y la Constitución'.

Negociación parlamentaria

Jordi Pujol también transmitió a Aznar, según explicó, la inquietud de Convergència i Unió respecto al contenido de algunas leyes que se tramitarán en las Cortes en el próximo periodo de sesiones y que podrían ser 'regresivas' para la autonomía catalana. Entre ellas, citó las de Estabilidad Presupuestaria, Coordinación Autonómica, Formación Profesional, Universidades y Coordinación Sanitaria. A pesar de sus recelos, explicó que el presidente del Gobierno le comunicó la predisposición del PP a negociar estas normas legislativas y alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas formaciones políticas. Razonamiento que debió satisfacer a Pujol, ya que comentó que mayores distancias tuvieron que salvar en la negociación del decreto de humanidades y al final CiU y PP llegaron a un pacto.

Pujol se felicitó también ante Aznar por el acuerdo en materia de financiación autonómica y le trasladó su compromiso de aparcar cualquier reivindicación en esta materia durante algunos años. Aunque a continuación matizó que 'este tema nunca está cerrado'.

El presidente catalán desmintió que viajara a Madrid para asegurarse el apoyo del PP en el Parlamento de Cataluña, donde CiU está en minoría. 'Todo el mundo sabe cuál es nuestra situación en el Parlament', dijo.

El secretismo en que se mantuvo la entrevista -'para no dar lugar a especulaciones', según Pujol- fue criticado por los grupos de la oposición catalana, así como el 'poco margen' de maniobra que los nacionalistas catalanes tienen respecto al PP, del que dependen para mantenerse en el poder en Cataluña.

El portavoz socialista, Miquel Iceta, afirmó que Pujol y Aznar 'tienen cosas que esconder' y lamentó que 'los ciudadanos no tengan información previa sobre estos contactos'. Joan Ridao, de Esquerra Republicana, dijo que estas reuniones secretas son propias de 'socios con intereses económicos comunes' y tildó de ejercicio de 'masoquismo político' el apoyo que Pujol brinda al PP.